Maya siguió paseando con Leo por la ciudad, cuando regresaban a la taberna Leo se detuvo, tomó la mano de Maya haciendo que ella también se detuviera y le dijo. _ Espero que vuelvas pronto. _ Yo también, espero poder volver pronto. Cuando lo dijo, no fue una mentira, verdaderamente deseaba poder volver a la ciudad en la que había crecido. Leo la soltó al escuchar la sinceridad en las palabras de Maya. _ Cuando vuelvas, repitamos esto. _ Espero que la próxima vez no me detengas cuando visite las tiendas, porque pienso comprar muchas más cosas de las que he comprado ahora y tendrás que cargar con todo. _ Supongo que tendré que soportarlo. Maya le sonrió y continuó caminando. Leo se quedó mirando la pequeña espalda de Maya mientras se alejaba, él había estado ciegamente enamorado de e