La reina elfo estaba dando un paseo por el jardín cuando uno de sus sirvientes le informó que Dantriel solicitaba una audiencia. _ Dile que venga, lo recibiré aquí. El sirviente hizo una reverencia y se marchó, a los pocos minutos volvió con Dantriel. Él se arrodilló ante la reina hada, aunque ella era mayor, seguía teniendo una apariencia joven, sus cortos cabellos rubios hasta los hombros, enmarcaban su rostro, sus orejas puntiagudas sobresalian ligeramente y sus ojos dorados tenía una intensa mirada que intimidaban hasta al guerrero más fiero. Sin levantar su rostro, Dantriel empezó a hablar. _ Larga vida a su majestad la reina. _ ¿Qué quieres Dantriel? _ Su majestad, por favor reconsidere el castigo de Ethan. _ No tengo nada que reconsiderar, si el quiere salir del lugar e