Abril estaba descansando sobre el pecho de Alessandro, al estar de aquella manera podía escuchar los latidos de su corazón, aquel sonido, la hizo sentir como si todo estuviera bien, como si nada de lo que había vivido fuera real. _ Esto ha sido imprudente, alguien podría habernos oído. Alessandro pasaba sus dedos por la espalda de Abril, dibujando círculos, acariciando su piel, mientras lo hacía respondió. _ Nuestra tienda está más alejada, nadie ha escuchado nada. _ Al estar así contigo, siento que estoy en un sueño, ¿Lo es? _ No, este no es un sueño. _ Ya quiero que todo esto acabe. _ Yo también. Abril sentía sus ojos pesados y terminó quedándose dormida, aun cuando quería seguir hablando, seguir escuchando el rítmico latido del corazón de su amado, pero el cansancio terminó ven