Abril se quedó hablando un rato con Alessandro, sobre su viaje al reino de Laios. Después Abril fue a ver a Lissana, al entrar a la habitación sintió un fuerte viento; la sirvienta que estaba cuidando de Lissana, intentaba cerrar el balcón desesperadamente. Aquel viento no era natural, era Lissana quien lo había creado con su magia, Abril usó su magia de anulación para calmar los vientos. Ella se acercó a la cuna, la bebé sonrió cuando vio a su madre, Abril tomó a la Lissana en brazos y le dio un beso en las mejillas y con un largo suspiro le dijo. _ ¿Qué haré contigo mi pequeña traviesa? La sirvienta cerró el balcón y al ver que la reina estaba ahí intentó excusarse. _ Su majestad, un fuerte viento empezó a soplar de repente, ¿la princesa está bien? _ Si, ella está bien, no te preo