Narra Gemma.
En los meses que tenemos funcionando como un matrimonio real, amándonos desde la cabeza hasta los pies, nunca había sentido esa parte autoritaria de Alessio. Esa imposición, esa actitud de hombre duro, ese rostro… Yo estaba acostumbrada a mi ternura de marido, a la voz suave al dirigirse hacia a mí, a su debilidad ante lo que sea que quisiera… hasta ayer.
Ayer en la tarde me demostró quien tenía el real mando. Y claro que no me faltó al respeto, no alzo la voz, no me maltrato, ni tampoco hizo ver las cosas como una obligación. Pero actuó como no me lo estaba esperando.
Es cierto que yo esperé el ultimo día y aun no hablaba con él sobre como seria mi vida realmente, después de haber pasado todo un año con escoltas que parecían mi sombra, en mi propia casa, lo más lógic
