Conor
Aquí estaba esta chica cuando yo era niño. Margarita. Ella tenía más o menos mi edad, vivía un par de puertas más abajo en el antiguo vecindario y solía sentarse durante horas en el camino de entrada a su casa dibujando con pequeñas piedras o pedazos de cemento porque no tenía tiza. Cuando el sol convertía la losa de concreto en una plancha o la lluvia le arrugaba la piel, nos arrojaba cosas cuando Kai, un preadolescente, y yo pasábamos en nuestras patinetas. Piedras, tapas de botellas, basura al azar, lo que sea que haya por ahí. Su padre era muy malo y pensamos que ella era igual a él.
Entonces un día miré desde mi porche. La vi bajar del autobús escolar y llamar a la puerta de su casa. La camioneta de su padre estaba en el camino de entrada y el televisor adentro estaba tan alto
