Alexandro tiro de las bragas de leonetta, deslizando las por sus piernas para por fin sacarcelas y tirarlas al suelo, ella era simplemente perfecta pensó Alexandro mientras pasaba la punta de su lengua por su piel donde era sumamente suave y exquisitamente sensible a sus caricias y fue ahí donde por fin llegó y paso su lengua por los húmedos pliegues y la entrada a su más exquisito secreto que solo a el le había permitido tener acceso .Sintió como ella se estremeció de placer y tal vez de incredulidad, pero el siguió acariciando la con la lengua con una creciente intensidad en cada caricia echa con su lengua hasta que sintió como ella lo agarraba de la cabeza y gritaba su nombre.
Incluso antes de sentir el dulce néctar de placer de ella ,el sintió como su cuerpo se estremeció pero para es
