El viernes no fue nada fuera de lo común, como tonta enamorada no pude ocultar mi felicidad, al menos no de Elena, en casa con mamá no es tan difícil actuar normal. Cuando le conté todo lo que ocurrió a mi mejor amiga, parece más mi madre que mi verdadera madre, no me creyó nada de lo que ocurrió, para ella todo fue el nerviosismo y la adrenalina del momento, a veces creo que el hecho de que ella nunca se ha enamorado de verdad sea la causa a la que le huye al amor. Terminaron las clases, el lunes serían ya las pruebas, debo concentrarme en ello. Llegó al hospital para darme cuenta de que Carla está aún más ansiosa, cada que sonaba el teléfono con alguna llamada se levantaba del asiento preguntando con desesperación para saber de quién se trata. Durante la comida no ví a Jony, p