¡No puedo creerlo!. Me dijo que le gusto, que aún le gusto como en el primer día en que me vió. ¡Oh Dios!, no fue un sueño y por poco y lo hacemos en su camioneta, si que lo hacíamos, tenía tantas ganas pero, pero...
-¡Ay! tenia que decir que no le importaba lo que le hice y eso me molestó. Aún duda de mí, cree que le fui infiel, ¡Rayos!
-Miau.-Escucho un maullido, eso significa Pelusa y uno de mis conejitos.
-Anita, mi vida.-La cargo y me sonríe.-Mi pequeña conejita, mañana es tu cumpleaños.-La miro y recién recuerdo a qué vine.-¡Es cierto, tu torta!
-Tota, tota.
La bajo y la dejo sentadita con varias pelotitas y la pelusa a su lado.
-Ya está, el conejito pequeñito ya está cambiadito y perfumado para la fiesta de mañana.
-Gracias Karin, que haría sin tí.
Veo que mis dos conejitos
