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Pablo Han dado de alta a Tita, debe estar en reposo y no tener ningún disgusto, Hanna no se despegó de ella en el hospital, la Sra. Rebeca no fue a verla, no sé qué haya pasado entre ellas. Mi tío Luis ha dicho que Hanna está muy bien, ya puede caminar y yo solo quiero estar con ella, ya no hay ningún impedimento, debo decirle que la amo por completo. − Hola – digo al mirarla abrir la puerta, sus lindos ojos azules brillan intensamente, sonrío para ella y miro el sonrojo en sus mejillas − ¿Qué haces aquí? –dice con suavidad, la miro fijamente, grabándome cada detalle de sus lindos ojos − Vine a verte – digo, ella baja la mirada, la tomo de la barbilla y me mira − ¿Cómo esta tita?– pregunto, ella asiente y me hace pasar − Bien, ya está mejor, está descansando –dice y asiento − Traje