Punto de vista de Ember:
Acerqué mi bolso más cerca de mí mientras caminaba por el camino de tierra hacia la casa de la manada. Había perdido la noción del tiempo cuando estaba con Zelina, y esperaba que el Alfa no se diera cuenta de que me había ido. Tal vez los chicos me cubrieron en la cena de esta noche. Esperaba que sí.
A medida que me acercaba al porche de la casa de la manada, pude ver a tres figuras paradas con las manos profundamente en los bolsillos de sus pantalones. Lucas intentaba superarlo, pero aún sentía un ligero dolor. Aunque sabía que estaría bien mañana. Solo quedaron algunas raspaduras.
—Hola —dije cuando también subí al porche.
Los tres me miraron duramente como respuesta.
—¿Hay algo mal? —pregunté confundida.
Caleb dio un paso adelante, sus ojos
