Punto de vista de Ember: —¿Estás lista? Tristen preguntó mientras sostenía la espada en su mano. Cerré los ojos por un segundo mientras avanzaba. —Sí —murmuré. Me lanzó una sonrisa socarrona y, antes de que pestañeara, me lanzó la espada directamente hacia mí, y tuve que moverme de manera antinatural para agarrarla por el mango. La espada era más pesada de lo que jamás hubiera imaginado, y en un segundo rápido, utilicé la otra mano para sostenerla y evitar algún daño colosal. —Eres rápida —observó. Sonreí ligeramente ante esto. —Y tú eres un bruto. Sonrió ante eso. —Tomaré eso como un cumplido, cariño. Sabes, debes estar en forma la mayor parte del tiempo para no fallar. Será divertido mientras yo me ocupe de la mayor parte del trabajo hoy. Solo espera y mira cómo te hago caer