Punto de vista de Ember: Mi vestido de crema hasta la rodilla palideció en comparación con el vestido dorado de Priscilla que parecía resaltar todas sus curvas y la hacía tan femenina. Mis dedos se convirtieron en puños a mi lado y me esforcé por mantener la cara impasible mientras ella se acercaba. —¿Priscilla? —La Luna llamó sorprendida. Priscilla hizo una leve reverencia al Alfa y a la Luna. —Saludos, Alfa y Luna —dijo suavemente. Observé cómo la cara de la Luna se iluminaba con una sonrisa, como si acabara de darse cuenta de que Priscilla estaba allí. Me irritó un poco. Esta mujer había estado saliendo con mi compañero durante mucho tiempo y toda la familia pensaba que era bueno que viniera y actuara como si fuera lo mejor del mundo. Y, ¿qué demonios hacía aquí?