Punto de vista de Ember:
De alguna manera, logramos llegar a casa, pero noté que los miembros de la manada todavía estaban en su estado sombrío, lo cual era extraño.
—¿No se supone que ya estén bien? —preguntó Lucas.
Encogí los hombros.
—No tengo ni idea de qué está pasando, pero lo arreglaría. Aunque tendría que subir las escaleras primero para hacerlo. No quiero que nada salga mal ahora mismo, o podría terminar siendo un desastre colosal y ninguno de nosotros sería capaz de manejarlo.
Tristen me dio una palmada en el trasero y giré para mirarlo amenazadoramente.
—Sabes que, sin importar cómo trates de ocultarlo, un padre definitivamente sabría que algo salió mal. No es estúpido.
Gruñí.
—¿Tengo que encargarme de esa parte?
Él encogió los hombros en respuesta.
—Me temo que no
