Punto de vista de Ember:
—Dormir en esta roca parece un boleto de primera clase para un dolor de espalda severo a la mañana siguiente —me quejé.
—Oh, lo siento, ¿tienes una mejor opción? —respondió Lucas sarcásticamente, lo que me dejó callada.
—¿Estás durmiendo conmigo en la parte superior de esta piedra? —pregunté nerviosamente, señalando con la mano la piedra recortada en la que estaba sentada.
—Bueno, esa es la única piedra de buen tamaño, las demás apenas son suficientes para contener la mitad de mi cuerpo —respondió él.
—Ya veo… —murmuré.
—¿Por qué? ¿Te pongo nerviosa? —preguntó, formando una pequeña sonrisa en sus labios.
—Claro que no, ¿por qué estaría nerviosa? —le contesté, tratando de mantener la compostura.
Lucas se rio.
—Relájate, Ember. Solo es por la noche. Haremos
