Punto de vista de Lucas: —Bien, se acabó la diversión —anuncié sombríamente. —¿Cariño? ¿Qué está pasando? —preguntó Diana preocupada, se acercó más a donde yo estaba parado y pasó sus dedos por mi pecho. —¡No me toques, maldita sea! —escupí enfadado, haciéndola retroceder sorprendida—. Y por cierto, ¿quieres saber lo que quiero? —pregunté con una pequeña sonrisa que se ensanchó al ver cómo se iluminaba su rostro. —¿Sí? Dime, cariño —respondió ansiosa. —Quiero verte al borde de la muerte, oh, cómo me pregunto cómo te verías sin vida —dije con una sonrisa siniestra. —Creo que deberíamos irnos —dijo Vera temblorosa, el miedo evidente en su rostro. —¿Por qué tan asustada ahora, querida? —preguntó Caleb, burlonamente. —Déjennos ir —dijo ella entre dientes. —No me digas que realmente c