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1108 Words
—¿Hellbe?—miro el alrededor, pero no hay nadie, fue una simple imaginación mía, me siento completamente estúpida Cielos, esto no puede seguir así, me está matando la idea de pensar en él, quiero borrarlo de mis pensamientos, pero no logro hacerlo. Logre dormir de nuevo, sin interrupciones, sin imaginaciones. Como todas las mañanas, desperté con mi mal humor, mamá siempre ha venido a mi habitación a traerme alimentos, todos son rechazados, aún tengo bandejas de comida aquí que no se han levantado en semanas, sin duda doy asco, no estoy considerando que estoy afectando a mi bebé al no alimentarme bien. Escucho el abrir de mi puerta, me escabullo entre las sábanas —Hija, te traje el desayuno, sé que no quieres probar ni un bocado, pero, el bebé necesita alimentarse bien y tu igual—ahí viene mamá con sus sermones, durante estos meses, me he vuelto muy irritable —Está bien, lo haré, ahora puedes salir—digo de lo más fría, sin mirarla —Cariño, mira este lugar, es desagradable, ¿por qué no dejas que lo limpie? No me llevará mucho tiempo—la miro odiosa —Será otro día—la miro de mal gusto, ella abre la puerta para irse—Gracias, mamá—digo después de que cierra la puerta Admito que me he portado del asco con todos, sé que no tienen la culpa de lo que Beck me hizo, pero no puedo evitarlo, me siento molesta con todo mundo. El único que sabe qué pasó con Beck es Chris, él decidió no contarle nada a los demás, para evitar que sospechen lo que es él. Estoy tirada en la cama, con mi única compañía Willy, estoy boca arriba masajeando mi vientre abultado, juro que ayer en la noche pude sentir un contacto familiar que acariciaba mi vientre. De nuevo abren la puerta de mi habitación y es mamá, yo solo rodé los ojos —Susy, tienes visitas—dice mamá alegre, ella no deja de mostrar su gran sonrisa —No quie........—no termine de decir cuando vi entrar a mi cuarto a Ryan, con un enorme oso de peluche y uno pequeño —Hola preciosa—tiene un semblante bastante agradable —Hola—es lo único que digo, mamá se retira de la habitación cerrando la puerta, bien hecho mamá —¿Cómo estás?—deja el oso en el suelo y se sienta muy cerca de mí —Todo bien, mira, estoy bien—digo de lo más fingida, su mirada desciende a mi vientre, es muy notorio mi embarazo —Ya lo creó, estás más llena de vida—sonríe sarcástico sin dejar de ver mi abultado vientre —No debiste traer eso—señalo al oso, él gira a verlo y de nuevo me mira —Claro que debí hacerlo, uno es para ti y el otro para el bebé—se levanta tomando a los osos y entregándomelos, cuando dijo bebé lo dijo en un tono no muy amistoso, de todas formas, hizo un gesto desinteresado en comprar algo para mi bebé —Gracias, es lindo— sujeté el pequeño peluche, fue lo único grato que dije —Susy, sé que has permanecido aquí mucho tiempo, no he sabido bien de ti, ya que no permites que te visitemos, pero me preocupas, yo te quiero y......—lo interrumpo —Todo está bien, ¿sí? ¿Cuántas veces quieren que se los diga? No estoy de humor para tolerar a la gente, estoy fastidiada en que todos me pregunten estupideces—mi tono de voz aumentó y él me ve sorprendido, nunca le había hablado así —Lo siento Susan, si te molestamos, todo es porque te queremos y te necesitamos, yo solo quería contarte lo que hecho y saber un poco de ti, hasta venía a invitarte a comer helados, pero ya veo que solo estás pensando en ti—toma su chaqueta y se para tomando él pica porte de la puerta —Perdón—solo eso dije y él se detiene—No te mereces que te hable así, ni tú, ni nadie es solo que....—interrumpe —Es por Beck, ¿no es cierto?—se acerca de nuevo a mí y ahí va ese nudo en la garganta —Sí, si es por él—salen las lágrimas y él me abraza—Pero ya no más, saldré adelante por mí y por el bebé—me separó de él, secando mis lágrimas —Así se habla Susy—palmea mi espalda —¿Qué quieres contarme?—me recuesto en la cabecera, tratando de cambiar de tema —Bueno, estos meses he estado saliendo con Gina—al decir lo último se sonrojó—Me he dado cuenta de que es una chica interesante, hermosa y muy atractiva—sonríe como nunca antes lo había visto —Me alegra que al fin te des cuenta—golpeo leve su hombro, me emociona saber que algo bueno pasa —Si bueno, yo aún tengo mis razones por dudarlo Susy—me toma la mano —No hay pretexto de que quieras hacer tu vida con ella, sean felices—hago un gesto tierno —La cosa que impide esto, es que yo aún estoy enamorado de ti Susy—mi sonrisa se borró —No, no Ryan no puedes seguir así, ustedes serían la pareja perfecta, ella te necesita y........—soy interrumpida —Tú también me necesitas Susy, puedo verlo en tus ojos—acaricia mi mejilla —Así no son las cosas Ryan, no las confundas—me quito de su agarre —Si tú lo quieres y decides, puedo ser un padre para tu bebé Susy, un hombre que siempre este para ti y no te abandone—de nuevo se acerca más a mí —No Ryan, mi vida no depende de ti y de nadie, tú sigue tu camino con Gina, ella sí te merece y yo no, ella está perdidamente enamorada de ti, no le hagas esto—él baja la mirada pensativo —Está bien Susy, no insistiré más, pero, ¿prométeme que me vas a permitir estar cerca de ti y el bebé?—ahora yo estoy pensativa —Está bien Ryan, así será—me abraza y sé que ahora si dejará de insistirme, el abrazo fue duradero, cuando escuchamos un leve trueno en el baño, nos separamos de inmediato, él corrió rápidamente hasta el baño para averiguar de que se trataba, tardo un poco, cuando salió, traía en su mano una rosa roja
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