MI OBSESIÓN © VOL. II

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¿Acaso es por eso que Beck se marchó? Esa y más preguntas rondaba por mi cabeza un largo rato, me puse a pensar en tanto, esa nota me dejo demasiado pensativa, al tener mi mente concentrada, me quedé profundamente dormida. Al cabo de unas horas, un olor peculiar hizo que me levantara, bajo a la cocina, no hay nadie, el olor proviene del refrigerador, pero, ¿que es lo que veo? Una charola con carne cruda, ¿pero qué es esto? ¿Acaso es una broma? Y de mal gusto. Iba a retirarme dejando la charola, pero no puede evitar regresar a comerlo

De nuevo volví a mi cama y esta se encontraba en desorden, que extraño, esto no me está gustando nada, tal vez mi mente me está jugando mal y veo cosas que no. Al demonio con todo esto, decidí restarle importancia y me dormí de nuevo. A la mañana siguiente, despierto con la misma rutina de siempre, lo único que me hace feliz todos los días, es mi bebé. Entra mamá a la habitación con mi bandeja de almuerzo, ella siempre se ha portado tolerable conmigo y amo que me tenga paciencia, pero la paciencia se puede acabar en algún momento

—Susy, quería preguntar, ¿por qué aún no has hecho un ultrasonido? Digo, para saber que sexo es el bebé—se sienta a un lado de mí, dejando la bandeja por algún extraño espacio de mi habitación

—No mamá, será hasta que dé a luz al bebé, no antes—digo alterada

—Y en cuanto al nombre ya.......—la interrumpo

—Tampoco y por favor ya no me hagas más preguntas sobre el bebé, por favor—mi paciencia se está acabando

—Tranquila Susy, deja de comportarte así, ya fue suficiente con esta actitud que estás teniendo—ahora ella responde con molestia—Deberías salir y distraerte, te hará bien y al bebé—dice antes de salir de mi habitación, esta vez ella se enojó, con justa razón

El desayuno que me trajo fue algo asqueroso, no sé porque ahora tengo más deseos de comer carne cruda y beber sangre, esto es una locura, debo ponerle fin a esos deseos, debo comer cosas más saludables. Me arreglo un poco y salgo de casa, voy rumbo al parque a sentarme donde siempre, estoy disfrutando de una deliciosa brisa, cuando de repente vino a mí un olor a sangre. Averiguó de que se trata y es un pequeño tirado en el suelo con una grande herida en su pierna

—Eh....... ¿estás bien? ¿Cómo te llamas?—pregunto nerviosa acercándome más a él

—Me duele mucho—dice llorando—Me.......me llamó Morgan—el seguía agarrándose su pierna

—Tranquilo Morgan, permíteme ver—trato de calmarlo, miro con más detalles la herida y ese olor me enloqueció, quiero probar—Te llevaré a mi casa y te curaré—tengo que probar su sangre

Él asintió rápidamente, lo ayudé a caminar, fuimos rumbo a casa, pero lo que él no sabía, era que íbamos a los túneles. Al llegar nos detuvimos frente al túnel, él pareció sintió que algo no estaba nada bien, el niño se quedó quieto y comenzó a retroceder, comenzó a sudar, yo lo tome de la mano sujetándolo bien y evitar que armara un escándalo, este lugar es solitario, pero no quiero correr riesgos

—Esta........ ¿esta es tu casa?—pregunta titubeando

—Sí, aquí es donde vivo, ¿no me digas que tienes miedo?—lo miro a los ojos, le sonrió y él piensa un momento

Al fin accedió a entrar, yo controlé mis impulsos y el miedo desapareció al entrar en el túnel. Lo llevé a donde se refugiaba siempre Hellbe, permaneció sentado sobre una vieja colchoneta que estaba aquí, yo mientras le dije que iría por un botiquín. Me armé de valor, fui hasta el chico y por la espalda la clave un cuchillo, él se retorcía del dolor, se empezó a desangrar, obviamente no iba a desaprovechar esta oportunidad y bebí del suelo la sangre

Estoy bebiendo toda la sangre del niño, ahora se llegaba lo importante, tenía curiosidad en probar la carne humana, no lo pensé dos veces y comencé a comer partes de su cuerpo, en medio de esto, mire completamente lo que estaba haciendo y vomite. Decidí terminar con esto y dejar restos del niño ahí, jamás la policía entraría aquí. Salgo con mucha cautela y voy hasta mi casa, se estaba oscureciendo, maldición, dure mucho tiempo ahí dentro. Revisó mi ropa y tengo unas leves manchas de sangre, tengo que ser rápida al entrar a casa. Llegue a casa y no había nadie, voy hasta mi habitación tomando una ducha

—¿Susy?—escucho desde la regadera que Chris entró a mi habitación

—Estoy tomando un baño—grito desde la regadera, salí rápidamente y me vestí poniéndome mi pijama, cepillaba mi cabello mientras veía a Chris sentando en mi cama, se veía algo serio, me siento a su lado—¿Qué pasa?—tomó su mano

—¿Quieres explicarme que es esto?—rayos, es la blusa que estaba usando hoy

—No es nada—digo de lo más normal

—¿Esto te parece nada?—extiende la blusa, no sé donde meter la cabeza, no sé que puedo decirle—¿Qué esta pasándote Susy?—dice preocupado quitando un mechón de mi cabello

—No.......no lo sé Chris, no sé que pasa—mantengo la mirada baja, con él puedo hablar un poco más de esto que me pasa, tal vez él pueda ayudarme

—Tenemos que resolver esto con el médico—fue lo único que dijo y se marchó

Bueno, como siempre tenía mucho sueño, este embarazo me ha generado muchas ganas de dormir, estaba conciliando el sueño cuando escuche ruido en el ventanal, me levante con cuidado y no hay nada, de seguro es mi imaginación. Me giré de lado para dormir cuando mis ojos chocan con esos ojos brillantes

—¿Hellbe?—veo en la oscuridad sus bellos ojos penetrantes—Eres........ ¿Eres tú?—el silencio se hace presente—Joder, ya basta—prendo la lámpara de noche y no hay nadie