Narra Susy
—¿Personas? ¿Niños? ¿Para qué Susy?—dice la mamá de Susy entrando a la habitación, con una bandeja de comida
—Para...... para.....—cielos, no sé que responder, pero Beck hablo
—Para alegrarme el día, señora Marie—sonríe tan hermoso y mentiroso a la vez
—Ya veo, bueno, hija, vine para que bajaras a cenar y yo traje la cena para Beck—de hecho, a eso iba antes de que entraras, mamá
—Cenaré aquí mamá, no quiero ver a papá—digo molesta, no suelo enojarme con él, pero esta vez, me decepciono
—Hija, pero deberías.......—la interrumpo
—No me digas que hacer mamá, no quiero hablar de eso de nuevo, ahorita bajó—deja la bandeja en la mesa, sale de la habitación cerrando la puerta
—No deberías hablarle así a tu madre, nena—dice Beck serio, me acercó a él
—Ya lo sé, pero, me estresa—suelto un bufido y él ríe
Bajo a la cocina, ahí estaban todos cenando, como pude cargue la bandeja de comida a la habitación, subí y no vi a Beck en la cama, pero, ¿qué mierda pasó? Solté la bandeja en la cama, voy al baño y no está, me asome por el ventanal y no está abierta, mire hacia el otro costado de la cama y ahí estaba tirado, grite a Chris desesperadamente y entró
—¿Qué sucedió enana?—se ve asustado y le señaló a Beck—¡Santo cielo! ¿Qué intentabas hacer amigo?—ayuda a subirlo a la cama—Mira lo que te paso amigo, estás sangrando—su boca y nariz estaban llenas de sangre
—Beck, de seguro te golpeaste al caer—reviso su rostro y no hay heridas
—¿Entonces qué pasó?—le preguntó Chris fatigado
—Yo...... yo intenté levantarme para ir al baño, sentí náuseas y caí, comencé a sangrar—esto no me gusta nada
—Hay que llevarlo al hospital—sugiero mirando a Chris y limpiando la sangre
—¡No! No, esto no se trata de ir al hospital—Chris y yo lo miramos sin sentido—Necesito........ necesito energía, matar personas, alimentarme—dice con dificultad
—Hay que traerle un niño, Chris, sería más sencillo que un adulto—él me ve haciendo mueca
—Qué horror, yo no puedo traer........—lo interrumpo
—Oh es eso, o él morirá Chris—digo triste y él mira a Beck, él suelta un bufido y baja la mirada
—De acuerdo, vayamos—solté un grito de felicidad
—Ahora volvemos, mi amor—beso sus labios y él sonríe débil
Salimos de casa, por suerte no estaban mis padres y Gina. Subimos al auto de Chris, es inútil que a esta hora encontremos niños en la calle. Paseamos lentamente por las calles, está solo, pero por suerte a lo lejos visualicé a un chico, es él o nada. Le indiqué a Chris que estacionara el auto en una esquina, iría por ese chico, no se ve tan grande, ni tan chico, no tengo opciones, optaba más por un niño. Me bajé del auto, me paré detrás de él
—Hola, venía con mi hermano en el auto y necesita un empujón, ¿podrías ayudarme?—pongo cara angelical, además resulta más sencillo porque estoy embarazada, se apiadan más de mí
—Claro, no hay problema—lo llevó hasta el auto
—Bien, ahora solo empuja con fuerza—le indicó al chico, detrás de mí, oculte un martillo, que estaba en las herramientas del auto de Chris
—De acuerdo—el chico, junto con Chris empujaron el auto, tome el martillo y le di con fuerza en la cabeza
Chris, me miro petrificado, me manche las manos y el rostro de sangre, me limpie solo el rostro. Chris lo subió al auto y condujo hasta casa. Al llegar a casa, bajamos al chico, aún se encuentra inconsciente, todo estaba en calma y silencioso, está costando trabajo cargarlo, mi panza me estorba un poco, este chico está algo pesado. Al entrar a la habitación de Beck, él estaba dormido, dejamos al chico en el piso
—Cariño, cariño, te trajimos lo que pediste—lo sacudí levemente y se despertó
—Ayúdame a pararme nena—extiende su mano y tomó de ella
—Es mejor que salgas Chris, no querrás ver esto—digo mientras sujeto a Beck de la cintura y con cuidado lo acercó al chico
—Es obvio que me iré de aquí—sale de la habitación
Beck se paró frente al chico, se soltó de mi agarre, se transformó en Hellbe, el chico despertó y lo vio, tocaba su cabeza y se asustó al ver sangre. Hellbe se acercó a su rostro tomándolo y burlándose de él. Hellbe cerraba los ojos, hizo que sus brazos se transformaran en unas cuchillas gigantes, atravesándolas en el chico, el chico cayó al piso, desangrándose y muriendo, Hellbe sonrió, sintiendo mejor energía, pero aún faltaba más, inmediatamente abrió la boca y le arrancó la cabeza, lo devoró rápidamente, sentía deseos de probar
—Anda, come un poco, sé que lo deseas—me hinque y comía partes del cuerpo—Mi bebé tiene que saber lo que es bueno—dijo burlón
Ambos terminamos de comernos al chico, él mayormente comió todo, se veía un poco mejor. Se fue a la cama en su forma de ser de oscuridad, ya no quiso cambiar, creo que esto lo dejo agotado en cierta parte, se quejó un poco por sus costillas, se recostó con cuidado. Estiró un brazo y me acosté en él, ambos quedamos profundamente dormidos. A la mañana siguiente, desperté y él ya no estaba a mi lado, de nuevo me levante asustada, me asome debajo de la cama y nada, fui al baño y ahí lo vi, tomando una ducha
—Beck, debiste hablarme, no te levantes así—digo molesta mientras él está bañándose
—Lo siento nena, te veías tranquila, me urgía un baño—cerró la llave de la regadera—Ayúdame a salir—abrió el cancel del baño y lo vi desnudo
—Ven andando—le entregue una bata y lo lleve hasta la cama—Espera aquí, ahorita, voy por tu desayuno—lo acuesto en la cama y le doy un beso en los labios, salgo de la habitación y veo a mamá dirigirse a la habitación—Es mamá, viene para acá—giro a verlo y cierro la puerta
—No puedo—me dice y lo miro desconcertada
—¿Que cosa?—lo que faltaba—No juegues ahora Hellbe—digo frustrada
—No es juego, no puedo transformarme—¿qué hago?
—Hija, abre la puerta, les traigo el desayuno—miro angustiada a Hellbe y el igual me ve preocupado