Los Vengadores y la Hija de los dioses (Cuarta Temporada)

CAPITULO 4 “Absorbiendo el Poder de las Gemas.” (Segunda Parte)

(JULIO 22, 2017, NUEVA ASGARD, NORUEGA.)

(Ahmanet)

            Salto con todos mis guardianes, y llegamos a lo que es un camino a la montaña, caminamos hasta la cumbre y me llevo una sorpresa que no esperaba; ahí en Vormir ha estado desterrado desde la segunda guerra mundial el principal enemigo de Steve y fundador de Hydra, Cráneo Rojo. Aquel oficial de Hitler que estaba loco por el poder, aquel que fue el primero en aceptar el suero del super soldado de Helnski, pero que dado a su alma negra, quedo deforme.

-Vaya un visitante después de tantos años.

-Que haces aquí Cráneo Rojo.

-Me conoces, como es posible, no he tenido a nadie con quien hablar en décadas.

-Para mí no hay nada que se oculte, ni verdad que no sea revelada, como es que estas aquí?

-Cuando ese estúpido americano entrometido del Capitán América intento detenerme, tome el Tesseracto y este me trajo aquí, pero no supe nunca como regresar.

-Abusaste del poder de la gema y te desterró, pero yo no he venido aquí por ti, sino por algo mucho más importante.

-Lo sé, la he estudiado, vienes por la gema del Alma, pero no podrás obtenerla, ya que para ello debes sacrificar lo que más amas.

-Cráneo Rojo, que bien se ve que tú no sabes quién soy, la Gema del Alma vendrá a mí porque me pertenece, no porque quiera que se revele.-No lo creó, en tantos años de estudio, nada he sabido de un dueño de las gemas, ellas no obedecen a nadie, por lo tanto, deberás hacer un sacrificio para obtenerla pues solo un alma la puede obtener.

-Entonces yo soy la excepción a la regla que la confirma, no puedes pedirle un alma a quien tiene el poder sobre estas.- le digo caminando hasta lo que es una plataforma, me siguen y protegen mis guardianes, saben que no confió en Cráneo Rojo.

-Gema del Alma revélate y ven a mí, yo te invoco, pues aquella con el poder sobre la vida y la muerte te llama, soy Ahmanet, la etérea, la protectora de la vida, señora de la muerte y guardiana del infinito.- digo levantando una mano y veo como mi cuerpo comienza a brillar, y de él salen varias esferas de luz que viajan por todo Vormir

-No puede ser, no la obtendrás.- dijo Cráneo Rojo acercándose, pero siendo detenido por Anubis y los demás guardianes.

-Que se muestren los senderos de las almas, y sean guiadas al camino de las almas, pues tienen que pasar por las nueve puertas.- digo y una gran ventana de Visión se abre dejándome ver el sendero de las de las nueve puertas, y la luz de mi alma las guía en su camino.

-Cómo puedes hacer eso?

-Lo hago Cráneo Rojo, porque soy una diosa, no una humana cualquiera, cuando mi abuelo creó el universo, los remanentes crearon las gemas y cuando yo fui creada, las gemas me fueron otorgadas, es por eso que estas son mías, y la gema del Alma, vendrá a mí sin sacrificio.- le digo volviendo mi mirada al horizonte, de donde una luz naranja emerge y se acerca.

-Esto es increíble, nunca creí verlo sin que se sacrificara lo más querido.

-Y nunca más lo veras, pues no volveré a repetirlo.

-Te la llevaras?

-No, solo voy a asegurarme que nadie pueda usarla sin antes pagar el precio adecuado.

            Tomo la gema en mi mano, pues esta llego hasta mí y la absorbo casi al completo, solo dejando una milésima parte de su poder original; asi con solo el punto uno por ciento sera la gema que menos poder tendrá, una vez que termino la hago regresar por donde vino pues debe ser protegida.

-Bien ya está segura y yo debo volver a mi hogar, pues mi prometido me espera.

-Tu prometido, acaso una diosa se puede casar con un mortal?

-Él ya no es mortal y debes saberlo, pues lo conociste muy bien, él es el Capitán América, quien te mando aquí.

-Ese infeliz, es solo un iluso mortal con los efectos de los experimentos del Doctor Helnski.

-Te equivocas, él es inmortal, porque así lo he decidido y tú vida aquí está condicionada a que nadie encuentre la gema; ese es tu castigo, si alguien logra poner sus manos en la gema, tu morirás.

-Eso no es posible.

-Lo es, pues lo que se decreta, así se quedará.- digo mientras chasqueo los dedos.

            Veo a Cráneo Rojo tratar de acercarse pero se interponen no solo mis guardianes, sino que yo levanto un campo de fuerza entre él y nosotros y preparo el salto, esta vez voy a la biblioteca de Kamar-Taj, en donde encuentro al maestro Po y al Doctor Strange.

-Buenas tardes Doctor, Maestro.- les digo haciendo un ligero cabeceo a modo de saludo.

-Buenas Tardes señora, en que podemos ayudarla? – pregunta el Maestro Po

-Necesito el Ojo de Agamotto

-Porque? Usted sabe que no se lo puedo dar a nadie!- dijo el Doctor Strange

-Querido Doctor, la gema del tiempo es de mi propiedad, Usted solo está guardándola por un tiempo, no se interponga en mi camino.

-Señora no hemos querido faltarle al respeto, y él guardián del Santuario le permitirá la gema.- dijo Po

-Señora, para que la quiere, sabe bien que debo protegerla!!!.- dice el Doctor Strange

-No me la llevare Doctor, solo debo unirme a ella por un momento.- le digo, no tiene caso mentirle a un místico.

-Entonces se la daré Señora.- veo como Strange colgarse el medallón que guarda la gema, y tras hacer algunos ademanes esté se abre y la gema flota hacia mí; la tomo y en pocos minutos absorbo su poder, dejando nuevamente muy poco poder dentro de ella, pues a esta gema le he dejado solo cuatro milésimas de su poder original, y aun así un punto cuatro por ciento es mucho para la gema del tiempo; al terminar dejo flotar la gema para que vuelva al medallón y este se cierra.

-Bien Doctor, Maestro, yo debo regresar, es tarde y tengo cosas que hacer.

-Esperamos que todo esté bien Señora.- dijo el maestro Po

-Lo estará Maestro por, al menos por un tiempo, no hay que perder la calma, el destino está escrito, pero no sobre piedra, cualquier cambio ahora, modifica el futuro cercano y lejano.

-Lo se señora, es por eso que cuidamos mucho que las cosas no cambien.

-Doctor, a menos que sepas el futuro, no puedes proteger el futuro, tú ahora debes proteger el lado místico del universo, cuando lo físico y lo místico se unan, tendrás que luchar, así que prepárate.- le aconsejo mientras me preparo para saltar, pero en lugar de eso hago un portal.

-Me retiro Doctor, si necesitas ayuda búscame!- le digo y paso por el portal para llegar al palacio en Nueva Asgard, en donde todos me esperan.

            Una vez que he pasado por el portal lo cierro y observo a todos, sé que es algo tarde y que he estado viajando pero no ha transcurrido mucho tiempo, a lo más unas horas.

-Ahmanet, al fin regresas, creí que solo tardarías un par de horas, pero estuviste fuera cinco días.- Dijo Steve

-Qué? Cinco días? no puede ser me creí haber viajado mucho más rápido, lo lamento no era mi intención alarmarlos Steve.

-Lograste lo que deseabas hacer?

-Si Steve, hice lo que debía hacer.

-Supongo que si no sabes que han pasado cinco días, desde que te fuiste, no has comido nada.- Dijo Nat

-Supones bien, pero que hora es?

-Son las siete de la noche del veintisiete de julio, Ahmanet has llegado a tiempo para cenar.

-Bien, entonces voy a lavarme para cenar.- les digo y camino rumbo a mi habitación.

            Cuando entro voy al ropero y busco ropa limpia y voy al baño, cuando estoy dándome un ligero baño, Steve entra y me observa

-No tuviste problemas?

-No ninguno, pero en un lugar muy lejano, encontré a un ser que creí muerto hace mucho tiempo.

-Quién es?

-Steve, él no murió, el Tesseracto lo desterró a un mundo muy bello pero desolado.

-De quién hablas?

-De Cráneo Rojo, pero no tienes que preocuparte, su existencia está atada a que la gema no sea encontrada.

-Y si es encontrada?

-Si es encontrada, pero no obtenida nada pasara, pero si la gema es encontrada y obtenida, el será consumido por está, pues es un alma errante.

-Estas segura que Cráneo Rojo no volverá a la tierra a hacer daño?

-Si lo hiciera, yo misma lo acabaría, te lo prometo.

            Termino de bañarme y me visto para bajar a cenar y compartir con toda mi familia, debo aprovechar el tiempo feliz pues, malos tiempos llegarán y todo en sufrimiento se tornara.

Después de cenar vimos televisión un rato y yo me estaba quedando dormida, por lo que Steve me llevo a la habitación a dormir.