Capítulo 2

1336 Words
El sábado Chlóe se encontraba probándose el vestido que Piper le había conseguido. Era completamente ella, verde con unos toques de brillo. No quería destacar pero tampoco ir horrenda y Piper había hecho la elección correcta. Días atrás, Ava Moore, la hermana del prometido de Arlet, le pidió que le mandara foto de su vestido cuando lo tuviera. Así que se tomó la foto con él puesto. -¿Y bien? -preguntó Chlóe a sus amigos, los cuales habían insistido en verla con el vestido. -Estás hermosa -dijo Nico mirándola. -Concordamos con sombritas -dijeron Leo y Jason. -Me encanta -dijo Annie mientras miraba a Tori. -Sinceramente... caerán a tus pies. -dijo Percy mientras abrazaba a Annie. -Piper... mi hermana esta hermosa -dijo Lou sonriendo. Luego de guardar su precioso vestido y demás cosas en la maleta, suspiró. Echaría de menos a los chicos y la cabaña 6 y a Lou. No había dejado este sitio en seis años y le costaba hacerse a la idea de no volver en un buen tiempo. Revisó los billetes de su vuelo, su madre le había pedido a Zeus que la dejara tener un viaje tranquilo. Al día siguiente, se levantó temprano. Estaba tan nerviosa que ni siquiera pudo comer algo. A las 8 en punto Quirón y Lou estaban con ella en la entrada del campamento. -Diviértete hermana, y por favor si pasa algo llámame -le dijo Lou mientras la abrazaba. -Ten cuidado Chlóe y buen viaje -le dijo Quirón. Chlóe se dispuso a emprender camino. Cuando llego al pueblo, cogió un taxi al aeropuerto. Ya en el avión suspiró. Lo que había cambiado su vida en seis años. Dejó todo para venir al campamento por su seguridad y la de su padre, conoció a Louise, su hermana por parte de madre y luego a los chicos. Habían pasado una guerra contra Kronos y había salido ilesa pero no sin perder a Bianca por el camino. Arlet se casaba y ella... ella adoraba su vida así de complicada pero echaba de menos ser sólo los tres, jugar con Arlet o incluso con ese amigo de Arlet, Theo. Todo volvería a ser difícil... El vuelo aterrizó según lo planeado pues a las 4:33 pm estaban tomando tierra en Whasington. Vió a su padre con un cartel y uniformado, Elijah jamás cambiaba y apostaba a que venía en el coche patrulla. -Hola papá -dijo Chlóe lanzándose a abrazar a su padre. -Chloé -dijo su padre mientras la abrazaba. -¿Qué tal tu vuelo? -Bien, cansada. -suspiró. El tiempo nublado de Forks siempre le había gustado. Era la excusa perfecta para quedarse leyendo en el alféizar de su ventana mientras escuchaba la lluvia cayendo en la ventana. Elijah condujo hacia Forks, el paisaje era idílico, al menos para Chlóe. Todo tan verde y frondoso, tanto bosque y vegetación por donde correr y entrenar... Y el tiempo nublado, sin hacer demasiado calor o demasiado frío, al menos en esta época del año. Porque si había algo que diferenciaba a Arlet de Chlóe, es que a Chlóe le encantaba la lluvia y el frío. Por eso, siempre había preferido vivir con Elijah y no en el campamento. Cuando llegaron a casa, Chlóe vió una furgoneta naranja un poco destartalada aparcada fuera de su casa y rogaba a Zeus que no fuera para ella, pues amaba ir en moto. Subieron a casa y Elijah la condujo a su antigua habitación. Su antigua habitación... aquella que lindaba con la vegetación del bosque y que tenía un pequeño balcón. Todo seguía igual, salvo que Elijah había cambiado su pequeña cama por una de matrimonio. Sus estanterías llenas de libros, su gran atrapasueños, su pequeño vestidor... aunque Elijah había añadido en él un pequeño recoveco que suponía debía ser para sus armas. -No toque nada, pero puedes cambiar lo que quieras si no te gusta. -Elijah parecía nervioso. -Es tal y como la recordaba. Pintaré algunas cosas y pondré los libros que me dieron mamá, Louise y Annie para estudiar. -dijo Chlóe admirando como todo parecía inamovible tras seis años. Elijah bajó al salón dejando sus cajas y maletas en la habitación. Chlóe sacó la ropa que había en el vestidor pues dudaba que algo de lo que había le entrara ya, y colocó la que traía junto al vestido para la boda. Metió en cajas los libros que había en la estantería y cogió la ropa de cama y el colchón para guardarlo. No quería que nada se ensuciara mientras ella pintaba las paredes, pues como decía Lou las protecciones eran lo más importante. Pintó las protecciones como si de decoración se tratara, colocó su gran atrapasueños arriba del cabezal de la cama y colocó el colchón. Luego se dispuso a hacer la cama, y colocó el peluche del lobo café que le había regalado el viejo amigo de su padre, Billy Allen. Aún recordaba la ilusión que le había hecho a Theo dárselo, pues aunque él era un año mayor adoraba pasar tiempo con ella. Amaba ese estúpido peluche, era lo único quese había llevado a Long Island cuando se fue hacía seis años. Aunque dudaba que Theo aún siguiera aquí, pero quizás no el viejo Billy Allen. Terminó de colocar sus libros en la estantería y doblar las cajas para subirla en el estante de arriba del vestidor junto a su maleta. Dejó en la mesita de noche el libro que estaba estudiando, "Brujería y conexión con familiares". Deseaba con toda su fé poder tener un familiar cuando lo acabara. Colocó su arco, dagas y espadas en el pequeño recoveco que Elijah le había hecho y con su magia puso seguridad. No quería que nadie lo abriera y saliera herido. Bajó las escaleras y se sentó al lado de Elijah y le robó patatas mientras veían el fútbol. Chlóe definitivamente era más de béisbol pero no importaba mientras pasara tiempo con Elijah. -Papá, la camioneta que hay fuera... ¿De quién es? -preguntó Chlóe intrigada. -Es de Arlet, aunque supongo que Noah ha venido a recogerla. -dijo Elijah mientras daba un sorbo de su cerveza. -¿Noah? -preguntó Chlóe intrigada. -El prometido de tu hermana, se me olvidaba que aún no lo conoces. -dijo su padre suspirando. Chlóe dedució que a Elijah no le caía demasiado bien Noah y que esperaba que Zoe le hubiera quitado a Arlet esa loca idea de casarse a los dieciocho, pero visto lo visto no pasó. -Oh cielos, se me olvidaba, acompáñame al garaje Chlóe. -dijo Elijah levantándose del sofá. -¿Qué paso papá? -preguntó Chlóe sorprendida. Elijah solo rió y la hizo ir hacia el garaje, Chlóe lo siguió intrigada. ¿Qué podría haber en el garaje? Elijah llegó junto a una lona verde y la miró. La mirada de Chlóe era de curiosidad. Elijah retiró la lona dejando ver una Harley Davidson, era la moto de los sueños de Chlóe y era preciosa. -¿Y esto papá? No te hacía yo conduciendo una de estas jefe Williams -rió Chlóe mientras admiraba la moto. -Oh, no es para mi. -rió Elijah. -Es para ti. Es tu regalo de bienvenida, así que ¿qué te parece? Bienvenida a casa hija. -Oh papá, me encanta. Adoro este regalo de bienvenida -dijo Chlóe sonriendo. -¿Puedo dar una vuelta? -Será luego, creo que Arlet acaba de llegar. -rió Elijah -Escóndete en la cocina, vamos a sorprender a tu hermana. Chlóe rió y corrió a la cocina a esconderse, mientras Elijah se sentaba en el sofá y hacía como si acabara de llegar de trabajar. Arlet entró por la puerta con Noah a su lado. -Hola papá -saludó Arlet. -Jefe Williams -saludó Noah. -Hola hija. Noah -saludo -Tengo un regalo de bodas adelantado para ti Arlet, así que cierra los ojos. -Papá, sigo odiando las sorpresas y la boda es en dos días -dijo Arlet suspirando. -Esta te va a encantar, vamos cierra los ojos -dijo Elijah apurándola, Noah solo rió. Arlet cerró los ojos a regañadientes.
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