Something More

Doy un vistazo atrás recordando todo lo que me ha llevado a estar aquí, con esta hermosa vista hacia el Empire State. Ese hermoso edificio de 381 metros, que revela una magnificencia imposible de cuestionar pero aún con la altura de esa estructura. Con la hermosura del lugar que se representa en mi interior, aunque han transcurrido un par de años aún puedo recordar con claridad a cierta pelirroja que me tiene. Ella puede llegar a pensar lo contrario, trato de despejarme. Cambie mi rutina, cambie de ciudad e intenté estar con alguien más pero el mero recuerdo de cierta mujer que me hizo levantarme, ver las cosas de una manera completamente diferente, ser una nueva versión de mi me tiene agarrado de mis partes nobles. No permitiendo que avance en ese ámbito, me siento que en los negocios he podido crecer muy bien pero es parte porque estaba presente cuando ella tomaba decisiones. Sin saberlo, aprendí mucho de ella, es una mujer sabía como un entendimiento que no se puede negar. Lo cual con solo verla te has de dar cuenta, que no es una niña de papi lo que se ha logrado lo ha hecho a pulso con su propio esfuerzo. Siempre la voy a admirar por eso y odiarme en la misma medida, recuerdo cómo la dejé esa noche con el alma hecha pedazos. Pero estoy seguro de su fortaleza, por eso mismo no dudo de que se levantó como un fénix orgulloso al renacer de sus cenizas. Se que no caería por eso, no quiere decir tampoco que me haya dolido menos. Me rompí con cada frase que le escribí, dije cosas no duras pero trate de ser lo más impersonal posible. En ese momento pensé que sería la última vez, pero el destino es muy caprichoso y capaz en algún momento nos tengamos que volver a encontrar, a pesar de mis pensamientos eso lo deseo con ansias. Estoy seguro que en el momento que ocurra ese reencuentro, me golpeara con fuerza. Tanto su belleza, como la mirada helada que he visto que le dirige a tantas personas pero hasta este momento con esa mirada fría, dirigida a las personas por las que no tiene aprecio. Será colocada en mí, con todas sus fuerzas, no es para menos. — Te amo Aria Cavanaugh, con toda la fuerza de mi alma aunque hubieron terceros entrometiéndose para separarnos, exteriormente lo tome como un adiós, pero en mi alma y corazón fue un hasta luego — digo en la soledad de mi oficina Una que ejercí con mucho orgullo, fuerza. Con un objetivo en mente, ser merecedor de cierta mujer. Se que es tonto pensar de esa manera, pero lo levanté con ese objetivo y otro oculto. Demostrarle a Heather Cavanaugh, que no pudo conmigo, no puede ni podrá hacerme caer. Es más se llevará una gran sorpresa, se que siempre estuve en contra de este tipo de sentimientos negativos, pero se metió con quién no debía. Aún no se cómo, pero no le quedarán ganas de volver a hacer lo que hizo. Se que el padre de mi Aria no es así, gracias a cierta ayuda de su parte que no supe hasta hace poco no estaría dónde estoy. Sin él ayudando tras bambalinas no creo haber llegado dónde estoy, Aria se molestará por esta ayuda pero lo hacemos por su bien. Está experiencia le dará más fortaleza, como quien dice 'El dolor nos hace más fuerte', tengo la esperanza de que tome esto como una manera de forjarla más profundamente, solo espero que cuando me toque encontrarme con ella y explicarle mis razones ella me entienda, si ama a mi pequeña como ví que lo hizo en algún momento. Entenderá mis razones, ahí es cuando reenaceremos como una pareja, una que jamás debió separarse. — Solo es cuestión de tiempo — medito, a la vez que escucho la puerta ser tocada Exclamo en voz alta, que la persona al otro lado pase. En cuanto veo la persona que entra, me congelo en mi lugar sinceramente no me esperaba su presencia en este lugar, no recuerdo que hayamos acordado un pequeña reunión. — Buen día, ¿Cómo está señor Cavanaugh? — No seas tonto Charles, dejemos las formalidades es más estás en tu libertad de decirme suegro — suelto una ligera carcajada debido a su elección de palabras — No bromeé con eso, con lo que hice no dudo que su hija este con un odio profundo hacia mi Aunque lo digo en manera de broma, para aligerar un poco el ambiente. Me duele con cada parte de mi alma, decir algo así no cuando yo mismo soy consciente de la manera en la que nos amamos con locura encerrados en ese pequeño apartamento que tiene tantos recuerdos, y del cual aún no me atrevo a desligarme completamente por más que lo haya intentando, no por falta de intentos cabe destacar. — No te lo voy a negar, pero no es como que ese odio no pueda ser erradicado pronto. Confío en que será así, fui testigo de su amor, un amor así no puede desaparecer de la noche a la mañana — exclama el hombre entrado en años, con unas canas que lo representan — ¿En que momento nos vió? — es la primera pregunta que que cruza por mi mente — Solo digamos que no podía quedarme a un lado, tenía que saber lo que ocurría con ustedes — responde a mi pregunta imaginaria quizás al intuir el porqué me quedé sorprendido —, es mi niña tengo que velar por ella, por lo que pude averiguar les iba bien — Si señor, demasiado bien pero estábamos metidos tan profundamente en nuestra burbuja que no medimos ciertas cosas — Heather, siempre metiéndose dónde no debería eso es problema de ustedes de nadie más, pero siempre conspirando con esos deseos ambiguos que aún no he podido sacar de ella — me quedo callado sin saber que más decir —. Tranquilo hombre, para mí eres un buen prospecto, con deseos de progresar eso es lo que importa por eso es que me contacte contigo — Muchas gracias por poner su confianza en mi señor, pero dígame porque vino de repente no creo que sea bueno encontrarnos tan seguido menos si Heather anda con sus intrigas — Pronto será momento de planear lo que tenemos previsto — ¿No es muy pronto todavía? — pregunto extrañado por lo rápido que va todo — Si, pero hay cosas que no sabes debemos acelerar para que no ocurra una tragedia — ¿A qué se refiere? — pregunto intrigado Me comienza a explicar más o menos de que va todo, cuando escucho en su totalidad sus palabras. Mi mirada se oscurece varias octavas, con pensamientos muy malos en contra de la madre de mi mujer. A pesar de las distancias, y los problemas que podemos estar presentando. Esa mujer es mía, nadie puede decir lo contrario ni siquiera ella misma. Fuimos exclusivamente del otro, al momento de conectar. Eso no cambiará jamás, eso se lo daré a entender muy pronto. — Si las cosas son así como dice, entonces creo que es momento de actuar — digo con voz sería — Espero podamos colaborar, para poder eliminar de raíz está locura que tiene en la cabeza mi esposa — dice la última palabra de una manera antinatural, casi asqueado de esa palabra —, la manera en la que quiere usar a mi niña, jamás lo voy a concebir — Crea que yo menos señor, nunca estuve de acuerdo y jamás lo estaré — Me encanta lo decisivo que eres, eso demuestra tu amor por ella. Aria no pudo haber encontrado a mejor hombre, entonces así quedamos nos vemos pronto Es lo último que dice antes de estirar su mano, luego estrechar nuestras manos. Se despide con una sonrisa para salir de la oficina y muy pronto del edificio. — Dentro de poco, volveremos a ser una familia solo espera cariño Es lo que digo en la soledad de mi oficina, antes de poner en orden todo en el transcurso del día. A la vez que voy leyendo algunos contratos, que nos satisfagan así como ví haciendo Aria aparte de algunas cosas en las que me estuvo instruyendo mi suegro. No puedo esperar a ver, como será su rostro cuando me vea nuevamente. Tengo la seguridad de que puedo luchar contra esa mirada de odio, y convertirla nuevamente en amor. Ese amor que nos definió desde el primer momento, que aun a pesar de los años perdura. Por más que ella esté tratando de guardar en un baúl, cerrándolo con llave y muchos cerrojos. Está ahí, solo es cuestión de vernos. Todo saldrá de nuevo, me costará un mundo. Pero nada es imposible, además que se por donde introducirme para regresar a esa fogosa pelirroja, recuerdo con saña como nos divertimos encerrados en cuatro paredes solo con la compañía del otro. No he querido cambiar mucho físicamente, porque eso nunca fue un obstáculo entre nosotros. Nos amamos tal y como somos, sin barreras de por medio. Si he cambiado algunos aspectos que se que estaban un poco mal, para agradar mejor al concepto que ella concebía anteriormente de mi. — Siento una seguridad en mí, de poder recuperarla pero aún percibo cierta duda de si podré o no. He trabajo en mi seguridad, esto se arraiga al hecho de que siempre nos demostramos la valía que sentíamos por el otro, las personas cambian con los años me niego a pensar que ese sería nuestro caso, ya que la realidad de lo que sentimos se iría rompiendo eliminando un poco esa verdad que nos esforzamos en fortalecer — medito unos minutos —. ¡Cállate Charles!, no dejes que ese negatividad vuelva a tu vida nuevamente, ustedes se aman en más de una manera eso ni con el pasar de los segundos, minutos, horas, días, meses ni años podrá borrarse ese amor está presente aún hoy en día, esa es la clave de ese amor verdadero que sentimos Con una mirada decidida, prosigo en mi trabajo. Todos a veces necesitamos ese impulso, esa fuerza que nos dará nuestro subconsciente para hacernos ver las cosas de manera diferente. El golpe es necesario, a veces la caída duele pero es lo que nos da ese impulso para levantarnos sobre cualquier adversidad. Lo que nos forja poco a poco. Lo importante es la perseverancia, esa de no querer rendirte. De que por más que las cosas estén en tu contra, todo te diga que no puede ser, tú le digas: ¡No!, yo si puedo. Dios sabe que mi camino hasta ahora no ha sido fácil, cuando creí que me estaba apagando como persona. Llegó ella a darle luz a mi Vida, cuando pensé que me derrumbaría ella me levanto, pero la vida es a veces muy fuerte cuando estaba pleno, feliz, que sentía que nada podría conmigo llegó una visita indeseable que con solo su llegada fue como si cayera un imperio. Ella no me vencerá, voy a triunfar sobre todo. No lo haré solo, tengo a Aria que aunque ahora este difícil volver no es imposible. Nada es imposible, tengo a mi Chloe hermosa que cada día me da la fortaleza para seguir, no rendirnos y poder unir a esa pequeña familia que sin querer formamos. Veo en su mirada cuanto la extraña. — ¡No más!, volveremos a estar juntos — me convenzo a mi mismo observando la fotografía que aún mantengo Esa que nos tomamos mutuamente una noche de películas, podría decirse que fue la noche anterior de que llegara esa carta que me derrumbó. Separo mi mente de esos malos pensamientos, en mi mente solo hay fuerza de seguir adelante y recuperar lo que me ha sido arrebatado: El amor de mi vida. Levanto mi móvil, recobrando la compostura. Marco un solo número, a esa persona que cree en mi desde el segundo uno. — ¿Lista para recuperar a tu antigua futura de juegos, y tú futura madre cariño? — pregunto al contestar — Claro que sí papi, ella te ama eso lo sé solo falta recordárselo Sus palabras tan seguras de si misma sobre este amor, del que todavía no conoce. Me da la fuerza que necesito. «La Perseverancia es el secreto de todos los triunfos —Victor Hugo».