Abbigail. — Gracias por aceptar haber venido — me dice Mark cuando llegamos al autocine —. Te prometo que sólo te invité en plan de amigos. — Después del golpe que Kol te dio ayer, es lo menos que puedo hacer por ti — digo un tanto incomoda. Él se baja para abrirme la puerta de la camioneta que consiguió para esta noche. Cuando estamos fuera, me conduce hacia la sección en donde veo que están vendiendo los alimentos. — Espero que no te moleste que la película sea de acción. — No — niego de inmediato con la primera sonrisa real en toda la noche —. Mi novio y yo... es decir, Kol y yo hemos visto una gran cantidad de películas de acción. Gracias a él, ya incluso puedo decir que me agradan. Mark me mira con ojos entrecerrados, como si estuviera debatiendo entre hablar o no. Al final, dec