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Mi padre ha estado muy inquieto, según él, los mafiosos con los que trabaja no se quedaran con los brazos cruzados por la pérdida de la mercancía decomisada, solo espero que no pase a mayores, en otros embarques podremos recuperar el dinero. Daniel ha regresado a México, va a demandar a Alex, aunque seguro no conseguirá nada, por lo menos me lo he quitado de encima, ya me tiene harta, nunca entenderá que Alex es mejor. Entro al edificio donde me citó mi padre, se me hace muy extraño que me citara aquí. Entro a la habitación y lo miro sentado, tiene la ropa arrugada, y golpes en la cara, me acerco con rapidez al mirar su estado pero varios hombres se esparcen por la habitación. Buenas noches – dice un tipo de espesa barba, mi padre sigue sentado en una silla del fondo sin decir nada