Los chicos se encontraban tirados en la sala —Literalmente—, con lo cansados que estaban no podían ni con su cuerpo.
Lo que más deseaban era invernar, cual animal en invierno. Pero dicho deseo no podría cumplirse debido a sus compromisos previos.
Agotados, olvidaron todos sus problemas y decidieron descansar plácidamente la hora que tenían libre.
Cada uno ya había hecho su propia cama en la sala —Donde quedaron profundamente dormidos—. Sólo se escuchaba en aquel apartamento la respiración calmada de los chicos.
— ¡Buenas! —Dijo una energética voz al ingresar al apartamento, despertando a todo los chicos—.
Todos se movieron incómodamente debido a su voz y el sonido de sus tacones retumbado en el piso.
— Chicos, me imagino que están muy cansados y hambrientos —Comenta Hyuna— así que me
