CAPÍTULO DIECISÉIS Un desastre. Así es como Avery se sentía cuando salió la cárcel: como un desastre total. Ella creyó que esos días, esa época en su vida, habían sido olvidados. “No”, entró en cuenta. “No trataste de olvidar. Trataste de borrarlo por completo de tu vida”. Los recuerdos habían regresado a acecharla. Ese solo recuerdo trajo a otros a la superficie. “Salgan”, pensó. “Salgan de mi cabeza”. La única forma en la que podría distraerse era centrándose en Howard y su acertijo. Él nunca decía palabras a la ligera. Era un ex profesor de Harvard, y todo tenía un doble sentido, o algún significado oculto. “Me dijo: ‘Él te dio el ciclo’”, pensó. “¿Qué ciclo? ¿Tiene un ciclo? ¿Qué otra cosa es un cuerpo?”, se preguntó antes de volver a pensar en la víctima. “Encontré una estrella s