En H y M todo fluía con tranquilidad, eran pasadas las tres de la tarde y la mayoría ya había regresado de su horario de comida, Benjamin se había sumergido tanto como Evie en su trabajo que no había prestado atención al reloj, horas antes le había asegurado que ambos saldrían a comer juntos, pero al concluir la junta en la sala de proyección, solo se les había sumado trabajo. Estaba sentado como de costumbre en su silla detrás del escritorio revisando y firmando documentos cuando esta ingresó a su oficina, Ben de inmediato dejó lo que estaba haciendo y en silencio observó a su asistente acercarse a su escritorio. Su mirada era altiva y penetrante, con aquellos anteojos negros de pasta gruesa observaba la figura de Evie contornearse hasta que al fin llegó frente a él. —Afuera hay un hom