CAPÍTULO ONCE Levantarse aquella mañana fue una de las experiencias más felices de la vida de Thanos. Despertó tumbado sobre su propia cama, todavía vestido del día anterior. Aquello no era lo que lo hacía feliz. Ni tampoco el hecho de que estaba de nuevo en su habitación, un lugar al que nunca pensó que podría regresar. Estaba feliz por poder despertar. El día antes no lo hubiera imaginado, mientras estaba colgado dentro de una jaula, a la espera de morir. Había sobrevivido, y el poder del Imperio sobre Delos se había roto, al menos de momento. Todo gracias a la valentía de Ceres y a su habilidad por reunir a la gente. Ceres era la otra razón por la que Thanos estaba tan feliz en este momento y, de lejos, la más importante de las dos. Estaba tumbada a su lado, completamente vestida com