Sin ninguna duda es perfecto, simplemente él hombre ideal, con su mirada tan radiante me impregna en ella, haciéndome sentir tan protegida, me duele mucho saber lo cruel que he sido con él, me es imposible no imaginar sus labios sobre mi piel, y soñar con amarlo. —¿Quién crees que eres?, no permito que te atrevas a tocarla, mientras yo viva, no permitiré que ningún infeliz se aproveche de ella, soy capaz de mucho por defenderla. —Sebastián habla con mucha autoridad, mientras no puedo evitar conmoverme, y sentir emoción a la vez, aparentemente aun le importo. —No me creas tan idiota ¿Dónde está el traje de príncipe azul? Miedo es lo último que siento, no soy para nada débil, no soy ese tipo de hombre, pero te dejo algo muy claro Sebastián, peleare por está mujer porque ella es la muj