Tomados del brazo, los dos caminan por la plaza en ese bello día soleado. La gente a su alrededor no les presta atención, cosa que los hace sonreír todavía más. Mirándose a los ojos, la pareja de mujer de mediana edad y hombre joven sigue su camino hacia su destino, un hermoso y agradable restaurante. Sentándose, la pareja ordena su comida mientras charlan, ríen y bromean entre ellos. La gente a su alrededor podría decir que son madre e hijo, aunque la verdad es que son hijastro y madrastra. Aunque no es todo lo que son... Ambos comparten un postre de chocolate, uno que el chico menciona que puede hacer mejor ya que es un gran repostero. La mujer acuerda porque ha probado sus delicias culinarias antes. Cuando terminan, se retiran para seguir paseando, charlando y riendo en ese día.