— ¿Cuándo nos iremos a Hong Kong? — Luke pregunta mientras lima sus uñas, sentado sobre mi cama.
— Yo creo que después de mi cumpleaños. ¿Ya te dije que conseguí que mi padre te pagara los gastos del viaje?
Él detiene lo que está haciendo para mirarme con ojos desorbitadamente grandes.
— ¿Estás jugando conmigo, Darling?
Niego mientras giro mi rostro para que no vea la sonrisa en mis labios.
— Lo conseguí — me encojo despreocupadamente de hombros —. Así que ya no tienes nada por lo que preocuparte, irás a Hong Kong.
— ¡Jesús, Abbi! — Se lanza sobre mí, sus brazos envolviéndome con cariño —. Te mereces un altar.
— Ya, suéltame — lo empujo para que se aleje, pero aun así la sonrisa en sus labios sigue sin desaparecer —. ¿Tus padres ya saben del viaje?
La hermosa sonrisa en su rostro e
