MAGDA Luego de que le di una nota a Ale con el número de Camila, regrese a mi trabajo. La tarde pasa sin ningún tipo de problema y llega la hora de irme a casa, ya casi todos se han ido y el señor Miguel se ofrece a llevarme. —Cumple este capricho a este viejo hombre, no tomes autobus o camines tan de noche muchacha ¿vamos? Acepte irme con él a pesar de mi aberración de andar con extraños en espacios cerrados y cuando llegamos, Camila lo invita a pasar para cenar sin aceptar un no por respuesta. Me di cuenta que son más que amigos, la cosa está en que ¿sabrán ellos que es así? Me excuso después de cenar y me voy a mi habitación me ducho, me pongo mi pijama y caigo desmayada en la cama antes de tocar la almohada. ***** Al día siguiente, me levanto y comienzo una nueva rutina con m