PARTE 2 MAGDA Ha la una de la mañana buscamos un reservado para nosotras que nos diera privacidad, me permitió descansar un momento, luego seguimos bailando tanto solas como acompaladas, al cabo de unas diez, quizás más canciones, yo ya estaba más que achispada entre tantos tragos y cuando vi que eran las tres de la mañana le dije a Ale para irnos y fue cuando me di cuenta que Ale estaba peor que yo, esta muy borracha así que decidí dar por terminada la fiesta. —Vamonos muñeca, es hora de irnos. —Tu no eres mi Eric Zimmerman, contigo no me voy— y suelta risotadas sin parar. Recuerdo cuando en el restaurante hablamos de cosas afines y salieron los libros, descubrimos que éramos grandes amantes a la lectura. Me río por lo bajo —vamos, afuera esta tu Erick. —Y ¿sí en vez de un Erick, n