Adicto MARCO —Las de ayer estaban sucias y me pareció grosero usar tus boxer— se excusa pobremente. —Nena, mi guardarropa es tuyo si lo queréis. Magdalena siempre va limpia y depilada, su feminidad sin un vello púbico y no se si es porque ha estado con otros hombre, pero prefiero no estar en eso justo ahora. Paso un dedo por sus labios gruesos, su pequeño botón ya está hinchado llamando mi atención, salió de su c*****o solo para mí. Gruño de nuevo poseído por esta mujer y sumerjo un dedo en su entrada, ella se estremece y jadea. Mi pequeña es tan receptiva, nunca se ha quejado de lo que he hecho, no he llego ni a la mitad de lo que me he imaginado ni de lo que quiero hacerle. Lentamente saque y meti mi dedo añadiendo uno más, hasta lo más profundo de su cueva húmeda y caliente y el