La pelirroja tomó lo que parecía un pequeño lápiz labial, y mientras se movía al ritmo de la música, comenzó a pasarlo lentamente por el cuerpo de Ava, la chica empezó a sentir un intenso cosquilleo que aquel aparato ocasionaba cada vez que vibraba, la mujer continuó provocando esas sensaciones en su cuerpo por un rato, después dejó el pequeño lápiz a un lado, para después tomar un pequeño fuete, con él, empezó a golpear suavemente partes muy precisas de su cuerpo, aquello hizo que las sensaciones en su cuerpo se intensificaran enormemente, eran como si fueran olas que envolvían su cuerpo lentamente. —Siente, déjate llevar por las sensaciones que recorren tu cuerpo, no trates de resistirte. —La mujer volvió a decirle al oído. Aunque Ava hubiera intentado resistirse, su cuerpo la había