La pequeña caja

1642 Words
Teodoro salió apresuradamente Mateo pensó que debería de estar muy apurado por encontrar a Lola, la nana representaba un grave peligro para él, pues era una testigo importante y podía meterlos en problemas si declaraba todo lo sucedido con Ava, sobre todo con el tema de la herencia. Imaginó que iría a España para intentar encontrarla, por lógica pensó que seguramente huyó hacia allá, ya que por su acento se podía adivinar que era originaria de ese país. Subió a buscar a Ava y a Lola para tranquilizarlas, debían estar muy nerviosas por la visita de Teodoro, las pobres temblaban ante la sola mención del nombre del desgraciado. —Buen día Ava, tu tío acaba de marcharse, al parecer no sospecha nada, está hablando con los invitados a la fiesta para ver si alguno puede aportar algo que les sirva en la búsqueda de Lola, imagina que quizás alguien vio algo sobre el camino. —No puedo creer el cinismo de ese hombre, imagino que mintió en cuanto al motivo por el que buscan a mi nana. —A Mateo se le oprimía el corazón al ver que Ava estaba sufriendo. — Me ha dicho que Lola está mal de sus facultades mentales, y que piensan que tiene que ver con tu desaparición. —El enfermo mental es él, de su boca no salen más que mentiras. —Lo sé, solo un tonto le creería. — Ya que estás aquí podríamos abrir la caja, nana aquí está la llave, ábrela de favor, me intriga su contenido, mi padre me la entregó el día antes de su accidente, no sé si presentía que algo iba a ocurrirle, me pidió que la abriera hasta después de cumplir la mayoría de edad. Lola hizo lo que Ava le pedía, al abrir la caja dentro había una carta, y una memoria micro SD. — Ava, mi niñ* querida, cuando leas esta carta, será porque ni tu madre ni yo estaremos ya contigo, habrás cumplido la mayoría de edad, me hubiera encantado estar ahí contigo, encontrarás una pequeña memoria, tienes que tener mucho cuidado con ella, dentro hay algunas pruebas con las que podrás hundir a mi primo, tu tío, Teodoro Miller, sé que es tu única familia, pero es una persona cruel, vil y ambiciosa, son pruebas de malversación de fondos y lavado de dinero, está mañana antes de escribir estas líneas, fue capaz de amenazarnos a tu madre y a mí, más que un primo al ser él menor que yo, he sido un padre para él, entrega las pruebas, busca al teniente Bludosky, es un gran amigo, puedes confiar plenamente en él, espero que aún esté con vida al momento que leas esta carta. Mi primo es una persona muy peligrosa, en la memoria también hay algunos documentos que implican a Guido Licciardi, CEO del corporativo Licciardi, no sé hasta qué grado este involucrado en el lavado de dinero, ayer, cité al notario para cambiar mi testamento, cuando se dirigía a su oficina después de nuestra reunión, misteriosamente fue arrollado y el maletín con los documentos desapareció, no sé si podré cambiar el testamento antes de que algo me suceda, intentaré hacerlo mañana mismo, después de regresar de nuestro viaje, no deseo que Teodoro sea tu tutor ni el albacea de tu herencia, cómo anteriormente lo había estipulado, eso te pondría en un grave peligro, en el fondo de la caja encontrarás una clave es de una cuenta en el banco nacional, está a tu nombre úsala se que la necesitarás, cuídate mucho mi pequeña, recuerda que para tu madre y para mí eres el regalo más preciado que el cielo nos ha enviado, siempre, desde donde estemos te cuidaremos, nuestro amor por ti es por la eternidad y mucho más allá. Mateo no podía creer lo que acababa de escuchar, ante sus ojos, Guido era la persona más honesta e intachable que conocía, cómo se atrevía Franco Miller a intentar manchar su nombre de esa manera. Por su parte Ava, se encontraba en un mar de lágrimas, eso quería decir que cuando el auto de sus padres se quedó sin frenos, no habría sido un accidente, fue provocado por su tío, todo este tiempo estuvo conviviendo con el asesino de sus padres y ahora se encontraba en la casa de Guido, que tal vez también estaba implicado en lo que pasó, ya no sabía si podría confiar en Mateo o si él aún estaría dispuesto a ayudarla después de escuchar que las pruebas implicaban a su abuelo. Tanto Ava como Mateo se quedaron callados, Lola volteaba a ver a uno y a otro sin saber qué decir, poco después él se decidió a romper el incómodo silencio. —No sé que es en realidad lo que pasó, y no es porque sea mi abuelo, pero te aseguro que no es capaz de hacer lo que tu padre dice, alguna explicación debe haber. Sabía que alguna explicación debería de haber para aquello, el único que podía dársela era su abuelo, necesitaba tranquilizar a Ava que no paraba de llorar. —Por favor Ava, dame un poco de tiempo para investigar qué es lo que ha sucedido, y si mi abuelo está realmente implicado, aunque me duela haré que pague. El contenido de aquella carta había revelado muchos secretos, tenían que investigar a todos los implicados en aquellos sucesos, pensó que era demasiada responsabilidad para que Ava la llevara a cuestas. —Agradezco infinitamente señor Licciardi, pero lo mejor es que mi nana y yo nos vayamos ahora mismo, buscaré al teniente Bludosky, que sea él quien se encargue de investigar, por seguridad copiare la memoria, no creo que sea correcto que siga en la misma casa que su abuelo, no sé hasta dónde está implicado en lo que pasó con mis padres. —Ava le habló en un tono seco y muy cortante, por lógica sabía que Mateo se pondría del lado de su abuelo. —Te pido que no te vayas, mi abuelo es buena persona, se merece el beneficio de la duda, estoy seguro que al hablar con él me dirá que es lo que sucedió realmente, espera a que lo haga y después entregas esas pruebas, y no me llames señor de nuevo, Mateo, para ti soy solo Mateo. —Añadió con desesperación. Ava se quedó callada, sabía que Lola estaba viva gracias a él. Él se acercó a ella, Lola discretamente decidió salir de la habitación, aquello debían hablarlo solo ellos dos. Mateo no quería perderla, sentía una fuerte presión en el pecho tan solo al pensarlo, rogaba por que su abuelo no estuviera involucrado en aquello, eso significaba perderla para siempre. Tomó el rostro de la chica entre sus manos, limpió sus lágrimas, después la abrazó fuertemente, Ava se sintió muy bien entre sus brazos, no entendía por que en ese lugar se sentía protegida. —Pase lo que pase recuerda que siempre estaré de tu lado, la muerte de tus padres no quedará impune. Ella no podía parar de llorar, él era consciente de que estaban atrapados en medio de un mar de problemas que pronto empezarían, y estaba dispuesto a enfrentarlos por ella, en ese instante le fue imposible resistirse, más bien no quiso hacerlo, acercó su boca a la de ella, y la besó. La besó de una manera tierna, por un momento pensó que lo rechazaría, se sorprendió al sentir que ella aceptaba el beso, al parecer correspondía a sus sentimientos, pues no se resistía, simplemente se dejó llevar, correspondió de manera tímida. Ava se sorprendió al sentir una extraña sensación dentro de su estómago, ¿Acaso aquello eran las famosas mariposas? Debía de confiar en él, algo muy dentro se lo decía. Mateo se separó de ella sintiéndose nervioso, se sentía como un adolescente, estaba en una constante lucha interna. l —En un rato regreso, voy a hablar de una vez con mi abuelo. —Aquí te esperaré impaciente, por favor no me falles, tengo puesta en ti toda mi confianza. — Jamás lo haré, sería incapaz de causarte daño, juntos saldremos de esto, haremos que tu tío pague. Mateo salió de la habitación, al llegar a la habitación de su abuelo, se paró frente a la puerta mientras suspiraba profundamente, no tenía idea cómo abordar el tema, no quería que pensara que desconfiaba de él, no quería lastimarlo, tocó suavemente la puerta, aún dudaba en hacerlo, enseguida escuchó la voz de Guido indicando pasar. — Hola, hijo, ¿Pasa algo? —El abuelo se le quedó viendo extrañado, por la cara que llevaba su nieto, era claro que algo había pasado. —¿Podríamos hablar? —Claro, ¿Qué sucede? —Permíteme explicar primero lo que sucede, solo quiero que sepas que en ningún momento he desconfiado de ti. —No tengo ni idea de lo que sucede, pero adelante, te escucho. —El padre de Ava le ha dejado una carta que debía leerse hasta que cumpliera la mayoría de edad, hoy se ha leído el contenido de esa carta. —No entiendo qué es lo que tiene que ver conmigo. —Guido no estaba entendiendo que tenía que ver con él aquello. —Tiene mucho que ver abuelo, junto a la carta, Franco Miller a dejado una memoria micro SD, se supone que en ella se podrán encontrar pruebas para hundir a Teodoro Miller por malversación de fondos y lavado de dinero, según el padre de Ava, también contiene pruebas que te implican en esos delitos, que tanto te pueden perjudicar esos documentos abuelo, por favor se sincero conmigo, ¿Tuviste que ver en los negocios de Teodoro Miller? Guido clavó la mirada en su nieto, mientras su gesto se volvía serio, Mateo sentía que el cuerpo le temblaba, de la respuesta de su abuelo dependía su relación con Ava.
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