NARRA ELENA
—No temas, que no haré, ni diré nada sin escuchar lo que sea que tengas por decirme, siempre y cuando sean sincera conmigo. — me dice la señora ahora sonando amable.
—No creo que este sea un lugar para platicar sobre todo eso. — le digo bajando la mirada. Ella asiente, se levanta para ir caminando conmigo. En ese momento sale el doctor que está atendiendo a Tiago. Las noticias que dio no fueron las mejores, pero tampoco las peores. Aunque para la familia el que él esté vivo basta para no perder la esperanza. Después de unos minutos la señora Jimena se empezó a sentir mal, todos se agitaron más de lo que ya estaban. La hora de que su bebé naciera llegó y todos fueron a su lado mientras Luz, Julián y yo nos quedamos en la misma sala de espera. Cuando Luz va a la habitación don
