NARRA CHLOE
—¿MI hija? Ahora es solo mía, ¿porque no dijiste nuestra? — le escucho preguntarle a mi padre mientras lo mira con rabia. Este aprieta mas si agarre sobre su brazo y lo levanta levemente. Él esta verdaderamente molesto se puede ver la vena en su frente y su mandíbula tensa. Yo estoy atónita por lo que se dicen.
—Ni se te ocurra abrir la boca, porque te vas arrepentir. No es el momento, ¡Por Dios Gisela! — le dijo entre dientes, por favor Dios que no sea lo que se me ha venido a la mente porque me muero.
—¿De que están hablando? — les logro preguntar. Mi mamá pelea por soltarse del agarre de mi padre, hasta que esté la suelta. Ella lo sigue viendo molesta y luego a mi.
—Por mi puedes decírselo, de todas maneras a mi no me interesa sería un alivio para mi. Tu eres el que qu
