NARRA GERARDO
—¡Dios mío! Enano estás hecho un bombón. — me dice Patricia, al verme. Tenía casi un año de no vernos pues utilice mis vacaciones para adelantar la tesis así que no viaje a Zaragoza. Le guiño el ojo y ella viene y me abraza.
—Tu estás cada vez más hermosa, preciosa. — le digo lascivamente. Siento un golpe en mi hombro. Al darme la vuelta veo a mi cuñado muy enojado, pero suaviza su mirada al verme.
— Estaba a nada de darte un puñetazo, por estar abrazando a mi esposa y hablarle de esa manera. Pensé que eras un invitado más. Haz cambiado bastante, es bueno verte por aquí cuñado. — me dice el apartando a su esposa de mis brazos. Patricia y yo nos reímos a carcajadas.
—Amor sabes que aparte de ti, solo a mi familia les doy este tipo de muestras de cariño. Casi me le rompe
