Estábamos en la mesa, para las dos en esta última semana tan tortuosa, hablar con Jon cada día nos hacía mucho bien, despejábamos nuestras mentes, reíamos y lo íbamos conociendo. Era alguien muy divertido, a Nanna le agradaba y a mi me encantaba. Nuestro nuevo amigo. El primer amigo de Nanna en mucho tiempo. Esto realmente nos hacía muy felices. Descubrimos que amaba los libros de romance y nos recomendó algunos, también tenía un gusto peculiar por ciertos artistas y bandas desde los setenta, hasta los noventa. Nadie diría a simple vista que él era así. Y lo mejor de todo, se dejaba conocer, era como si quisiera que lo hiciéramos. Cada día me resultaba más dulce, creo que estaba dejando un poco de lado su parte idiota. Le serví su trozo de lasaña a él primero y luego a Nanna, por últi