Nos Volveremos a Ver

Razones...

Bien dicen muchos en la vida que hay razones para hacer cualquier tipo de locula la cual lleva a algo bueno o malo, también estupideces que una persona coherente no las haría, todo comenzó un día 25 de abril, a eso de las 13:25 hrs del día, era un domingo para ser exacto.

Mi amiga siempre me decía cosas raras, las cuales nunca le preste mucha atención, ya que de por sí, me da miedo hasta una simple cucaracha.

En una ocasión antes de esta fecha, tuvimos una plática, en la que yo le decía que hubiera querido un hermano mayor, o si era menor no me importaba, pero ella respondió:

-Pao: mis hermanos son tus hermanos, yo también lo soy, lo seré hasta mí último día.

Obviamente me sentí muy feliz, pero se sabe bien que no es así, no es lo mismo un hermano de sangre aún hermano de palabras.

Bien, regresando al día 25 de abril, recuerdo que estaba a fuera, sentada comiendo mango, cuando vi salir a Abi, la cual me impresionó porque daba unos gritos de dolor, angustia, que jamás podré describir.

Corrí tan rápido como pude y llamé a mamá, era su día de descanso, salió rápidamente a mi llamado, asustada y preocupada preguntó porqué eran los gritos, fue a ver, regresó con lágrimas en los ojos, obviamente mi corazón me decía que algo no andaba bien.

Luego de los gritos en casa de mi amiga, me animé a llamarla, me preocupaba la idea que le hubiera pasado algo.

-Yo: Pao te encuentras bien, pasó algo? Dime, puedo ayudarte, puedes contar conmigo.

Pao: Se me fue mi niño, mi bebé, nuestro bebé.

Me quedé paralizada, no sabía que decir, porque era el hermano más pequeño, el cual solamente era un niño, yo no lo podía creer porque era muy sano, un ser correcto, sincero, demasiado lo prometo.

No tenía palabras para consolarlos, no había manera, no se como podía hacerlo.

Pasaron las horas, lo cual llevaron Dolfo, al funeral, recuerdo que su ataúd era blanco, muy largo, porque el era muy alto, nos presentamos con mamá, los vimos, en el funeral solamente estaban ellos, no había nadie más.

Nadie más que solamente ellos, no había parientes, no había amigos, entramos, fuimos a dar nuestras condolencias, amablemente, nos pidieron que nos retiraremos, obviamente nos sorprendió, porque no sabíamos el motivo, tampoco la razón.

Al salir observamos que si había gente, pero a nadie dejaron ingresar, así que se nos hizo un poco raro.

-Mamá: hija están muy mal, sabes que ellos son una familia muy unidas, jamás se han separado, no te vayas a sentir mal.

-Yo: no mamá, yo lo entiendo, sé que no es fácil perder aún ser amado, menos aún hermano.

-Mamá: así es hija, que bueno que pienses así, creo que al menos, no tendremos que pasar por ese dolor, ya que sí es duro.

Me fui en todo el camino pensando, para eso ya eran las 23:19 hrs, regresé a casa, me senté un poco en el sofá de la sala, tranquila pensando, el porque de las cosas.

DOLFO, era un joven de 18 años, muy buena persona, sincera, servicial, buen corazón, muy amable, fue un joven de casa, lo conocí desde que nació, de hecho jugabamos con el, cuando tenía a penas un año, jugabamos que éramos niñeras, a mi también me dolía, pero mi dolor no era igual que el de ellos, tal vez ese dolor fue la razón por la que ellos hicieron lo imposible.

Lo velaron lo que restaba del día 25, el día 26, lo enterraron al medio día el día 27. Fue triste, porque no dejaban ingresar a muchas personas, ingresaron los 5 hermanos, sus padres, 3 hombres más, quienes ayudaron a cargar el ataúd.

Luego de un rato, llegaron a la entrada del cementerio, no dijeron nada, simplemente sé fueron.

Aquí, comienza todo, esta fue la razón por lo dieron inicio a algo que se encontraba fuera de nuestro alcance como seres humanos.