Narra Allan. Esta mujer es como una maldita adicción. Era como mejor whisky que se puede comprar con dinero. Ella se sienta en el asiento del pasajero, luciendo como si fuera a violarla en cualquier momento. Ella no está muy equivocada. Si su teléfono celular no hubiera interrumpido, esos senos habrían estado a la vista de mis labios. Seis meses lejos de ella era demasiado tiempo. Si cree que voy a dar marcha atrás en esto, se encontrará con un rudo despertar. Me estaciono fuera del hospital mantengo el auto en marcha ya que la niña la está esperando afuera acompañada de una enfermera. Para mí está claro que Madeline no quiere hablar de su hermana, así que no presioné el tema. ¿Por qué empujar algo así? Ella me lo dirá cuando esté lista; no voy a hacer ese tipo de mierda. Verla todo el d