Salvación

Mi nombre es Nereida. Estoy cerca de mi cumpleaños numero 21. Tengo el cabello n***o heredado de mi madre y una piel pálida en contraste. Soy una chica bastante común que intenta sobrevivir lo mejor que puede. Actualmente me quedo en la manada Spirite. Porque claro, olvide mencionarlo soy mitad lobo.  Existen otras criaturas pero la mayoría prefiere mantenerse en lo suyo. Este lugar es bastante bonito pero sé que tendré que mudarme pronto. No sé exactamente de que estoy huyendo. Pero cuando papá me salvo en esa noche oscura me hizo prometerle que cumpliría sus reglas; y no quiero volver a fallarle por ningún motivo... > -¡Papá quiero ir con los humanos!. ¿Porqué no puedo?. No es como si se dieran cuenta. Soy un lobo defectuoso recuerdas? No podría descubrirnos aunque lo intentara, mi lobo se niega a mostrarse. Así que la manada no corre "ningún" peligro. Mi padre me mira con un rostro cansado. -Te dije que no puedes estar cerca de los humanos demasiado tiempo. -¡Pero tengo que estar con alguien! Mírame. Tengo casi 13 años y nunca he tenido amigos. Los lobos me condenan al ostracismo en cuanto me ven. Y nadie si quiera me habla. ¡voy a volverme loca si sigo así! -¡DIJE QUE NO!. (Su rostro en una mueca cargada de ira. Ya podía ver su lobo en la superficie a través de sus ojos)... hemos estado demasiado tiempo aquí. Es hora de movernos. No saldrás esta noche y es definitivo (Suspira). No me hagas repetirlo. ¡Vete a tu habitación!. Sabia que no debía empujarlo cuando estaba tan cerca de su lobo. Sé que nunca me haría daño, pero podría. De todas las cosas que he aprendido la más importante es a no meterme con un lobo enojado. La cicatriz en mi abdomen es la prueba. Después de todo soy mas parecido a un humano. Me voy molesta a mi habitación y cierro la puerta de un golpe, se que puede oír todos mis movimientos, pero tengo un plan. Por primera vez había conocido a alguien que mostró interés en mí y no podía dejarlo pasar. Desde que tengo memoria fui rechaza por ser un defecto. No me detendré. Después de todo ¿que es lo peor que podría pasar? Mas tarde escuche la puerta de entrada. Espere un rato hasta que estaba segura que nadie estaría cerca. Como cada semana mi padre salía de casa a hacer no sé qué, regresaría cerca del amanecer, podría ir y volver antes de que lo notara. ... Al principio todo iba bien. Apreté mi chaqueta alrededor para protegerme del frío,  pero mientras caminaba por la carretera a las afuera de la ciudad noté un olor extraño. Soy medio lobo después de todo. No tengo habilidades, pero mis sentidos están mejor desarrollados que los humanos. Era un olor fétido que cargaba el aire y me hacía querer vomitar. Me sentía inquieta como si algo me observara... Entonces dentro de mí, una fuerza me empujo a salir corriendo. No sé porque. No sé de qué. Pero corrí. Corrí tan rápido como mis piernas me lo permitían. Logré avanzar unos metros pero de nuevo, yo no era un lobo, lo que sea que venia tras de mí me alcanzó, sentí algo desgarrar la piel de mi espalda y caí al suelo de rodillas. El dolor era tan intenso que solté un grito desesperado. Sabía que tenia que seguir. Me levante como pude pero esa cosa paso rápidamente a mi lado y sentí una ráfaga tan intensa que volé varios metros atrás golpeándome contra un árbol. Un humano normal ya estaría muerto. Yo solo estaba aturdida. Pude ver una sombra moverse hacia mi lentamente... No sé qué era esa cosa. No podía verla claramente porque estaba mimetizada con la oscuridad de la noche. Me esforcé por huir pero nuevamente sentí un dolor intenso que desgarraba mi pierna izquierda. Y escuché una risa. Un sonido grutal que sonó más como un gorgogeo. Esa horrible risa jamás podré olvidarla. El olor se hacía mas intenso conforme la mancha negra se acercaba y yo estaba perdiendo sangre, sabia que iba a morir. Cerré lo ojos pensando en papá. Lamentaba tanto romperle el corazón. Entonces sentí un peso caer frente a mi y un gruñido amenazante. Abrí los ojos por instinto y vi a mi padre enfrentando a esa cosa. Yo sabía que era él. Intente levantarme y correr, caí varias veces pero solo pude dar unos pasos. No podía solo irme, no podía deja a mi padre. Lo vi luchar contra eso, pude distinguir una forma grotesca, con pelaje y una sustancia negra aceitosa que lo cubría. Tenía afilados dientes y garras que sobresalía, su cabeza era una masa amorfa que parecía no tener ojos. Con 4 patas demasiado largas. "¿¡Que rayos era esa cosa!?" Estaba aterrorizada. Y cada vez mas débil. Seguía perdiendo sangre y cayendo lentamente en la oscuridad. Lo último que vi por un instante fue a esa criatura cerniéndose sobre mi padre mientras enterraba sus garras en lo profundo de su abdomen. Sentí algo romperse en mi interior. Dolía... Me perdí en la oscuridad después de eso. Cuando por fín abrí los ojos. Supuse que había pasado solo un rato de mi inconciencia. Vi a mi padre en medio de un charco de sangre y esa cosa oscura por todas partes. No sabía que pasó pero no importaba. Me acerqué como pude. Me dolía todo el cuerpo pero mi padre era mas importante. Cuando llegué a él, aún respiraba pero pude ver que su herida era demasiado grande incluso para la curación de un lobo. Tome su cabeza lo mas suavemente posible y lo puse en mi regazo -Papá es mi culpa... No te vayas... No me dejes. (Solloce mientras mi corazón se desgarraba por el único ser que alguna vez me había amado) -Escúchame.... Esa cosa vendrá por ti... Habrá más. Necesitas irte. No te quedes más de unos meses en una manada. No puedes permanecer con... con los humanos nunca, será mas fácil encontrarte... El collar que te di llévalo siempre contigo. Sigue huyendo y cuando encuentres a tu compañero, él te protegerá. Sabrá que hacer... Entonces conocerás cosas de tu pasado.... Pero hagas lo que hagas siempre confía en ti. Promé...telo!...  Vi que tosió sangre, le costaba respirar. Yo no podía hablar ni si quiera moverme. Las lágrimas corrían libremente. Solo pude asentir Me sonrió tiernamente. -Tu siempre serás la niña de mis ojos. Y nadie cambiara lo que hay en tu corazón. Si alguna vez estas en un lugar oscuro... Recuerda que te amo mi niña.... (Su voz casi inaudible susurró: mi pequeña Neri) ... La bruma de los recuerdos lentamente desparece, y me doy cuenta que mis pasos se han detenido. Me concentro en las cosas alrededor para salir de mis tormentosos recuerdos... Nunca olvidaré esa noche. Tomo una bocanada de aire puro y continuo mi camino a la casa común de la manada, no puedo perder el tiempo... La casa común es el lugar donde los lobos pueden relajarse y convivir. También donde se llevan acabo las "reuniones civilizadas", claro es mas fácil reunirlos a todos en los bosques sin la restricción de su lobo. Pero a veces es necesario dejar de lado su naturaleza lobuna. De alguna forma me gusta estar en la manada. Todos trabajan para mantenerla. Cada quien hace su parte e interactúan como una unidad. Excepto para mí. A mí me ignoran, pero no me quejo, no permanezco mucho tiempo en un sitio. Trato de mantenerme callada y no meterme en problemas. Mientras no tengo la fuerza o la velocidad de un lobo he aprendido algunos trucos, puedo manejar a cualquiera que intente meterse conmigo. Entro por la puerta y me dirijo a la cocina. Me toca encargarme de las labores junto con algunos otros humanos. La mayoría son híbridos, pero ellos no son defectos. La diferencia es que, aunque ambos nacimos de la unión entre un humano y un lobo. Ellos no heredaron el gen que les permite transformarse, entonces ellos no tienen un lobo, son en esencia humanos. Los defectos estamos atrapados entre ambas formas porque tenemos un lobo, yo puedo sentirlo dentro de mí... Pero no puedo cambiar. A veces siento que está cerca de la superficie pero por mas que intento no logro conectarme. Los defectos son raros. No he conocido a ningún otro, pero he oído historias. La lucha constante entre dos seres en nuestro interior eventualmente nos conduce a la locura, y dado que sabemos los secretos de los lobos. La única salida es eliminarnos. Claro que han intentado cazarme. He escapado por poco. Sería más fácil vivir con los humanos porque puedo suprimir mi olor de lobo y evitar que otros me detecten. A veces me pregunto si existen defectos escondidos entre los humanos.... Pero debido a la promesa hacia mi padre y esta cosa que me persigue... eso no es posible, así que solo me queda vivir con lobos. Para la tarde ya tenemos todo concluido. Así que me dispongo a salir. Tomo mi chaqueta. Y me topo con Steve. El idiota de la manada y sus aún más idiotas amigos. Por supuesto es uno de estos chicos que se cree todopoderoso. Tiene un sequito que lo sigue a todos lados como marionetas y que viven para cumplir sus demandas. Evito la confrontación e intento pasar de lado. Pero claro. Él no me dejará ir tan fácilmente -¡Oye defecto!. Les dije a mis amigos que podíamos obtener algo de diversion contigo. (Dice señalando su entrepierna mientras su lengua moja sus labios en una mueca que debe parecerle seductora, pero a mí me repugna) Dime... Eres buena siquiera en eso? ¿Crees que lo logres sin hacerme vomitar? Respiro lentamente y toco el cuchillo en mi espalda. Siempre lo llevo conmigo. Si algo se presenta... Tocarlo me da cierta seguridad así que sonrío tranquilamente. -Me temo que ni la más puta experta con todos sus trucos podría hacer que algo tan pequeño cobre vida. Su cara se convierte en una mueca de desprecio, claro no podria tolerar que ataquen su hombría -¡jodida Perra! ¿Quieres una paliza? ¿Eso es lo que quieres? O estas tan desesperada que intentas provocarme. ¡Puedo demostrarte mi tamaño y lo bien que se usarla! -Bueno. Ya sabes lo que dicen: un hombre se mide por su valor e integridad no por el tamaño de su pene. Dejame en paz Steve. Que yo no pretendo molestarte. -¡Me molestas con solo verte! ¡Jodido defecto asqueroso! Deberías morir por ser una aberración de la naturaleza. -Hmp! Compartimos pensamiento. Yo creo lo mismo de ti. Sabía lo que vendría con solo ver su rostro. Me preparé para recibir el impacto, di un salto lo más lejos que pude y puse mis brazos protectoramente contra mi cuerpo. Me dio un puñetazo que me lanzó contra el piso. ¡Auch! Eso dejara moretones. -Jodida puta!. Eres una aberración! (Continuaba lanzando golpes e insultos) Se que si se presenta la oportunidad puedo usar la daga, es una daga de plata encantada. Usada correctamente mataría a un lobo fácilmente pero no puedo permitirme una transgresión así. Eso haría que la manada me persiga. Querrán sangre a cambio de la muerte de un m*****o. Ya tenía mis propios problemas como para agregar otro. Sabía que no me mataría. Y yo no moriría tan fácilmente. Si llegara el momento no dudaría en usarla. Pero esto ya había pasado antes. Solo tenía que resistir. Protegí mi cuerpo mientras recibía sus golpes. Hasta que alguien lo aparto. Respire profundamente. Dolía como el infierno. Creo que tengo una costilla rota. Intento levantarme. Y no puedo suprimir el quejido de dolor. Aprieto los dientes para intentar soportarlo. -¡Steve que demonios estas haciendo!. (Era el alfa) Le dio un puñetazo que lo lanzo hacia atrás. Steve solo pudo bajar la cabeza. Era su alfa después de todo. No podía desafiarlo. -¡Es un humano! no puedes golpear a los humanos son criaturas débiles, ¡pudiste matarla! -¿Se me permite hablar alfa? -¡HABLA! Mantiene la cabeza inclinada, en señal de sumisión. -No pretendía ofenderlo alfa. Ella es un defecto y está empezando a perder el control. Nos atacó en cuanto entramos a la casa común... (finge una mirada de preocupación en mi dirección) ...Creo que empieza a perder la cordura. Todo humano sabe que no puede enfrentar a un lobo. Intentamos ignorarla, pero ella siguió presionando. Mis amigos pueden testificar. ¡Este imbécil! Sus palabras hacen que me hierva la sangre. ¡Se atreve a mentir! -¡IMBECIL MENTIROSO!. Grito furiosa. !Tú me atacaste en cuanto entraste por esa puerta. ¡Eres un cobarde! -¡SUFICIENTE! No me importa quien empezó. (Pude ver un destello de duda en la cara del alfa, eso hizo que toda mi ira me abandonara, solo me sentí cansada) -Steve. No importa qué, ella tiene las características de un humano y para todo efecto es humana. Pudiste haberla matado. No importa si te provocan. Debes mantener a tu lobo bajo control cuando se trata de criaturas frágiles. ¡Ellos no pueden defenderse! Tendrás las guardias de noche la próxima semana, empezando hoy. Espero que el tiempo a solas te haga reflexionar. Y tú. (Se voltea a mirarme) Evita provocar estos altercados, no saldrás bien librada. Ve a la enfermería y que te echen un vistazo. -sí, alfa. (murmuro sin levantar la mirada) Steve me mira como si quisiera arrancarme la cabeza. Sé que piensa que el trabajo extra es culpa mía. Ya no puedo quedarme. -Alfa Tainer me permite unas palabras... solo tomará 5 minutos. Lo piensa solo un momento y asiente. -Te acompañaré a la enfermería. Camino lentamente, apretando los dientes para contener el dolor mientras nos alejamos de los lobos. No culpo al Alfa. Es alguien mayor con años de experiencia dirigiendo la manada y busca lo mejor para su gente. Es difícil confiar en alguien como yo. ¿Que más podría hacer por mi? Ya me recibió en su manada después de todo. -Alfa. Quiero agradecerle por recibirme todo este tiempo pero es hora de que siga mi camino. Si me permite, me iré de aquí en dos días Suspira. -Sí, es lo mejor... Toma los dos días de descanso y recupérate. Después de eso eres libre de irte. Se queda pensando un momento antes de agregar: ¿Esta segura de tener el control de tu lobo?... Mi mirada se pierde unos segundos en la distancia. Sé a qué se refiere. No me está preguntando sobre el lobo. Sino por mi estado mental. Está preguntando si estoy perdiendo la cordura.... -Alfa, aún me quedan varios años. Estoy segura que mi lobo puede mantenerse tranquilo. Me mantendré alejada de su territorio. No me gusta volver sobre mis pasos. Asiente. -cuídate jovencita.... Cuando salgo de la enfermería ya es de noche. Regreso a mi pequeña cabaña. Se que debería tener precaución Steve querrá vengarse. Pero las guardias nocturnas evitarán que se me acerque por ahora. Me dirijo al baño y lentamente me doy una ducha. El agua caliente hace que mis músculos doloridos se relajen. Debería estar bien solo descansar unos días aunque la costilla tardará unas semanas en sanar. Respiro lentamente. En dos días me iré de aquí. Y tengo que estar lista.