Mi cabeza retumba, abro mis ojos y la luz no se nota en la habitación, me pregunto qué hora será. ¿Cómo llegué aquí? Acaricio mi sien, tratando de recordar cuándo me acosté en la cama y cómo logré pasar desapercibida por Alejandro. Muerdo mi labio, recordando que ayer tomé muchas mimosas para mi resistencia al alcohol. Chasqueo con mis dientes. ─Mierda─ farfullo, derrotada. Volteo a mirar si Alejandro está a mi lado, error, no está. Suspiro y me sujeto la cabeza del dolor, mi teléfono suena y maldigo el sonido. Lo veo en la mesita de noche ¿Quién lo puso ahí? ─Dormilona─ Dice Alejandro al otro lado de la línea. ─¿Yo? Nunca─ Respondo mientras me trato de levantar con rapidez. Observo mi vestimenta...sé quién me vistió. ─Entonces, ¿Quién es la chica sexy que se encuentra en la cama toda