Es increíble sentir mi piel de mi estomago sin la compresión excesiva del corset. He pasado todo el día sin que Rey me haya exigido ponerme esa cosa restrictiva que me hace comer menos y agacharme con dificultad. Rey dijo que mis costillas necesitaban también repararse sin la compresión del corset y es por eso que gozo de esta libertad. Así como también ahora puedo gozar de sentarme a ver televisión en un sillón mientras que estoy envuelta en una manta agradable. Ha pasado una semana desde el incidente de mi escape frustrado y Rey ha cambiado mucho su actitud conmigo. No me he atrevido a preguntar que pasó con mi amiga la enfermerita. Sin querer he escuchado de mi amiga de boca de esa detestable mujer, cuando ha venido a ver a Rey no se para que... Y no me quiero imaginar para que,