A la mañana siguiente Sabrina estuvo a punto de derrumbar la puerta de la habitación de Nayla, que se negaba a salir.
Alessandro y Nayla no volvieron a verse después de aquella noche. La muchacha se negó a despedirse de él a la mañana siguiente, cuando para la sorpresa de todos Alessandro decidió marcharse a Sicilia.
Nayla no volvió a tener noticias suyas hasta unos meses después y cuando ese momento llegó, la muchacha deseó con todas fuerzas que jamás hubiera llegado.
En la isla de la familia Lucchese, donde estaba el centro de todo el imperio creado por Riccardo y los padres de Alessandro, Demie y Enzo, El capo salía de su mansión prácticamente corriendo para buscar a su mejor amigo. En las manos Riccardo iba sujetando un periódico con una noticia muy importante para su mano derecha,
