Baje de las escaleras cuando escuché el timbre de la puerta, ya sabía quien era pero necesitaba asegurarme de que si sea el. Ya había bajado 3 veces antes y no era el. Yo quiero verlo a él.
Llegué al último escalón y me asome por un lado de la pared, mi madre se acercó a la puerta y abrió. Ahí estaba el con su hermoso cabello pintado en azul y sus ojos cafés chinitos por la enorme sonrisa que tenía en los labios. Llevo 5 años sin verlo y saber que ahora se quedará aquí es una gran noticia.
Subí de regreso a mi habitación para que no parezca que lo estuve esperando todo el día. Me tiré en mi cama y agarre mi libro para leer. Pero hay que ser sincera, aunque leía las líneas no lograba captar nada de lo que decía. Algo de un avestruz y una guacamaya comiéndose a besos y un alce viéndolos. Creo.
Escuché unos pasos en las escaleras y como se acercaba a mi cuarto. Mi pierna empezó a temblar por voluntad propia y no podía pararla. Escuché dos golpes en la puerta y cuando dije adelante la puerta se abrió dejándome ver si hermoso cabello y su cara tan preciosa.
- ¡tío! -tire todo a un lado y me subí a mi cama y corrí hacia el. Me tiré desde la cama y trato de atraparme, pero ya no era una pequeña niña pequeña
Me fui contra el piso con todo y mi tío, le rodee el cuello con los brazos y puse ambas piernas a cada lado de su cadera. Su pecho tembló por la carcajada que se le escapó, sus brazos me apretaron el cuerpo contra el sus enormes manos agarrando la cintura. Se levantó conmigo aún encima, quedamos sentados, el en el suelo y yo aún encima de él.
Mi madre apareció asustada desde el marco de la puerta
- niña! vas a lastimar a tu tío. Dale levántate y compórtate.
- déjala hermana. Hace mucho que no veo a esta desmadrosa.
Solté una risa y me levanté de sus piernas, le estire la mano para ayudar a que se levantará y una vez de pie me jalo y me abrazó.Yo acepte ese abrazo de manera muy gustosa. Tenerlo aquí cerca era una joya.
- estas enorme Sofía. No puedo creer que ya tengas 20 años. ¿si te llegaron todos los regalos que te estuve mandando verdad? ¿o se los quedo tú mamá?
- no tío -me aleje de él y le mostré una mesa que tenía con todos los regalos que me mandó en estos 5 años - tengo hasta los de navidad y mi graduación.
- muy bien. Ahora quiero que conozcas a alguien. Eres mi única sobrina y te quiero como mi hija. -mi sonrisa se desvaneció y sentí una presión en el pecho.
- claro ¿que paso? -dije con dificultad por el nudo que se instaló en mi garganta.
- la conocerás hoy en la noche. Vamos a ir a cenar y para recuperar todo el tiempo perdido iremos todos. Ponte el hermosa ¿si?
- ¿A donde irás ahora? -lo agarre del brazo para que se detuviera antes de salir de la habitación.
- a mi casa.
- ¿puedo ir contigo? hace mucho que no te veo. Extrañe estar contigo.
El me dio una sonrisa y me acaricio la mejilla, se acercó y me dio un beso en la frente.
- hoy no Sofía. Será otro dia.
Asentí no muy feliz por su respuesta. Max se salió de mi habitación y cerró la puerta, escuché como se alejaba y sentí como mis ojos me ardían y poco a poco se fue deslizando una lágrima. 5 años lejos¿y no quiere estar conmigo? ¿y quien es a esa que conoció?
Llego la noche y yo me encontraba en la sala esperando a que mi tío Max pasara por mi mamá y por mi. Pasaron 5 minutos y escuchamos el claxon de su coche. Mi madre se levantó del sofá y agarró su bolsa para salir. La seguí por el mismo camino. Salimos de la casa y ahí enfrente de nosotras estaba mi tío Max con un traje n***o que le quedaba como anillo al dedo. Sus ojos cayeron en mi como un imán.
Pero por muy nerviosa que me ponga su mirada. Yo no podía dejar de ver a la mujer que había bajado en el asiento del copiloto. Subí una ceja sin poder creerlo. Tenía mi vestido. Un vestido que me compré y dejé en la casa de él cuando no estaba e hice una fiesta. Todo con aprobación de él.
Al parecer se dio cuenta de lo que estaba viendo y soltó una risa nerviosa mientras se pasaba la mano en su cuello. Lo vi abrie la boca listo para decirme algo pero yo no queria oír nada de lo que salga de su asquerosa boca. Pase a su lado para subirme al asiento de atrás.
- ¿ya nos vamos? tengo hambre.
Abrí la puerta del carro y me subí. En todo el camino mi vista estaba en la ventana. Podía sentir que el me veía por ratos por el espejo retrovisor pero en ningún momento le devolví la mirada. Mi madre me habló varias veces preguntandome si estaba bien y solo le dije que estaba cansada. Llegamos al restaurante y Max me abrió la puerta y me tendió su mano pero me baje sin la ayuda de él. El sabía cuanto odio que otras personas usen mi ropa. El fue testigo de como tire ropa a la basura porque me enteré que mi mamá la usó.
- Sofía. -mi madre me detuvo afuera del restaurante. Mi tío se giro hacia nosotros y ella le dijo que ahorita vamos- ¿que te sucede?
- el vestido que trae esa. Lo compre con mi primer sueldo y el. El sabe cuánto odio que otras personas usen mi ropa.
- pero hija. Tampoco debes ponerte así. Acaba de llegar despues de 5 años. No seas así
- El se fue porque quiso y trajo a alguien que no sabes quién es y le da mi ropa.
Mi mamá iba a seguir hablando cuando Max salió del restaurante.
- diana -llamo a mi madre- ¿puedo hablar con Sofía?
- claro. -puso su mano en mi hombro y me dio una sonrisa- no seas grosera.
Puse los ojos en blanco y ella se fue, Max apareció en mi campo de visión y yo me moví hacia un lado para tener un poco más de privacidad. Me quedé quieta junto a un árbol que impedía que las personas que entraban al restaurante nos puedan ver. Max se pasó las manos por la cara y cuando porfin hablo me dieron ganas de irme a mi casa y dejarlo aquí con su amante.
- ¿Porque eres tan grosera?
- ¿Es en serio? ¿soy una grosera? -me acerque a él y le puse mi dedo en su pecho- tu sabes cuanto odio que usen mi ropa ¿y viene esta y le das mi vestido que tú bien sabías que lo logré comprar con mi primer sueldo?
- ella me lo pidió. Le mostré otros vestidos pero quería ese.
- ¿y no podías decirle que es de tu sobrina? Es mi vestido Tío.
- te lo puedo mandar a lavar Sofi. No hagas tanto drama.
- no hago drama pero sabes lo especial que soy con mi ropa.
- pues se lo quito y te lo doy.
- y estoy segura que ya imaginaste quitárselo varias veces en todo este rato. Vi como le veías el culo.
- El como veo a las mujeres no es de tu incumbencia Sofía.
- claro tienes razón. Entonces respeta lo que no es tuyo.