Lo que pasó, pasó, al buey hay que tomarlo por el cuerno.

1207 Words
Una vez ya avanzada la reunión, varios directivos de otras empresas se acercaron a nosotros, los dos franceses no se alejaron, vi en la cara del señor Ji que estaba bastante inconforme por alguna razón, pensé si sería conmigo. ¿Será que hice algo indebido? Mi intención no era irritar, después de todo, él había contratado mis servicios para fingir que yo era su novia. Enseguida lo mire, él me miró, entonces yo me acerqué con discreción y me acerqué a su oído, resoplé y dije: —¿Hice algo malo? —¿Por qué estás irritado? —él me miró y desvió su mirada a otro lado, pero me respondió. —Confías demasiado en los demás, no todo el mundo es bueno o tiene buenas intenciones. Al oír sus palabras en vez de agradecerle, hice un comentario sarcástico. —¡Oh por Dios, lo dices por ti! Tienes razón vine aquí contigo como si conociera bien tus intenciones —el Sr. Ji me miró y endureció su mandíbula, tenía una expresión de matar a alguien, yo me reí un poco bajando la mirada al suelo, le dije: —¡Calma, estoy bromeando contigo! ¡Por que eres tan serio, ríete un poco. —ví dibujarse una sonrisa casi imperceptible en ese rostro guapo. Lo que me conmovió es que él intentó darme una sonrisa y lo hizo de manera tosca. Me reí de nuevo de él y éste dijo: —¡Si te vuelves a reír de mi, te castigaré aquí mísmo —dijo. Cómo suponía que lo haría? mi mente empezó a volar casi de inmediato con lo que acababa de decir, estaba algo inhibida, pero a la vez con ganas de saber cómo haría tal cosa. Paré de reír y lo miré con fijeza, ¿cómo pretendía castigarme él? Ahora le tocó el turno de reírse a él, se carcajeó de mi y dijo. — ¿Acaso creíste de que te iba a castigar realmente de alguna forma macabra? —dijo con expresión juguetona. —No lo sé, hay sus tantos locos por allí —lo dije a secas. Lo miré de nuevo y él seguía sonriéndome. De pronto se detuvo de reír y se hizo un silencio que se prolongó por el resto del tiempo que se tomó ir a la siguiente reunión, él tenía un perfil lindo, sin embargo se veía que era un hombre simplón, nada de diversión había en su vida, al menos eso era lo que creía yo. El cansancio hizo que me quedara casi dormitando en el asiento, lo que al desconocido hombre le diera por decir que cualquiera podía ponerme en jaque mate sin darme cuenta. —No lo permitiría —dije entrecerrando los ojos —¡Soy experta en tate quieto!—ahora los dos nos reímos, lo miré reírse e hice el siguiente comentario. —Deberías sonreír más, te ves aún más hermoso sonriendo que estando serio. —Vi como su rostro se sonrojaba ante mi comentario, de alguna manera él me parecía un ser puro, o era un lobo disfrazado de oveja, pero si así era, no importaba en ese momento. Conversamos por muchas horas más, el tema en sí era variado, hablamos de amor, el matrimonio, los hijos, los negocios, acerca de los CEOS enamoradizos y demás. Fuimos lo más espontáneo acerca de los temas tocados, y al final se había terminado el tiempo, debíamos partir a casa, tocaba volver, pero él aún no me decía vamos de regreso. En fin, tomamos una copa, yo no estaba acostumbrada a tomar, así que una sola copa me dejó viendo dobles. Después de eso, no sé que sucedió, pero cuando desperté estaba en la cama con él, yo estaba completamente desnuda y al fijarme en él, también lo estaba, salí corriendo de ahí a como pude, no sabia como diablos tomé decisiones como estas, pero me alejé de ahí lo más rápido posible. Regresé al aeropuerto, ahí nos esperaba todavía todo el equipo de vuelo, Cassie al verme, puso cara de pocos amigos y me dijo. —¿De dónde vienes hasta ahora? —no respondí, más bien la ignoré, no tenía porque darle explicaciones a ella, y como seguia y seguía cuestionando, me enfadé con ella, le grité en su cara. Dí la vuelta para irme por mi cuenta. No sé ni cómo hice, pero ni siquiera el p**o del trabajo tomé, no pude cobrar. Mi mente estaba muy desordenado, me gritaba a mi misma que había pasado en la madrugada, porque estábamos juntos en la misma cama y sobre todo estando desnudos, como no hallaba una respuesta, preferí irme sin esperar a que él volviera. Recuerdo que tomé un vuelo comercial y volví a la ciudad donde vivía, había utilizado todo el dinero que guardaba para los gastos de mes, el dinero para llenar la dispensa de la siguiente semana, ahora no tenía nada. Aparte, era seguro que había perdido el empleo que pagaba la mejor paga de todos los demás trabajos informales. Me sentía muy infeliz y enojada conmigo misma, como pude perder el control de mis actos así, me decía. Me recriminé casi por varios días mirando para todos lados, sentía que tenía cola que me pisara, ya no confiaba en nadie en absoluto. Al llegar a casa, mis tíos estaban en la sala, estaban murmurando entre sí, me volvieron a ver, les iba a preguntar que era lo que pasaba, pero no lo hice, después de todo ellos estaban en una actitud hostil todo el tiempo, les quería contar parte de mis problemas, pero ellos no eran buenos para prestar orejas y ayudar, así que me quedé con eso. Al día siguiente, fuí a trabajar a la cafetería, mi ánimo estaba por el suelo, no quería seguir, pensando en el asunto, pero eso ya era parte de mi realidad. [Ji Yusuf Kim] Aquella noche fue muy distante a lo que planeara, siempre fui un hombre de pocas palabras, pero con esta mujer había hablado demás, reído sin parar, no sé porque no vi las señales en el cielo, ella me era un peligro latente a la que debía alejar, pero no lo hice y las cosas acabaron así. Había despertado desnudo en la cama de hotel, yo estaba completamente en shock sorpresivo, cuando me levanté de aquella cama, había rastro de manchas de sangre en esas sábanas blancas de seda. Fuí a recepción del hotel y pedí ver las cámaras en el pasillo, esa chica prácticamente salió corriendo a antes de las cinco de la mañana. Me sentí mal por ella, no sé que nos pasó, pero lo que pasó no podía olvidar, yo había hecho el acto concúbito con esta chica, y normalmente no hago cosas así, no duermo con una mujer simplemente por encontrarla hermosa o por satisfacer las ganas, tampoco tengo claro de el porqué lo hice, pero ocurrió el evento entre los dos. En los días siguientes, traté de olvidar lo que pasó, pero me era difícil, ella estaba en mi mente, sentía su olor corporal en mi memoria, su risa lo escuchaba en mi cabeza, no podía olvidarla. Tenia algo pendiente entre los dos, debíamos hablar al respecto, pero ella se esfumó de mi vida.
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