Las elfos, hadas y ninfas hacían los últimos arreglos para la boda de Sara y Monder, hermosos arreglos florales bordeaban el camino al altar improvisado que habían construido en el jardín del palacio real, que es en donde el arcángel Chamuel casaría a los novios. Mientras, las elfos ayudaban a Sara a alistarse para la gran ocasión, la mortal se sentía más nerviosa que hace unos días cuando el arcángel Miguel la bautizó en el nombre de Jesús para perdón de pecados y para salvación. -Estoy nerviosa, no creo que pueda hacerlo – dijo Sara mientras las elfos peinaban su cabello. -Yo también estaba nerviosa el día de mi boda, es normal – dijo una de las elfos – todo saldrá bien. Sara palpó su abdomen de tres meses de gestación, que ya estaba hinchado, razón por la cual tendría que usar un ve
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