Esteban
Observé a uno de mis empleados mientras se encontraba parado afuera de la camioneta, sus ojos fueron a Marie para recorrerla de arriba a abajo, apreté mis puños mientras que le pedía que subiera en la camioneta, quería golpearlo, no entendía que pasaba por su mente para hacer semejante estupidez.
Ahora, mientras me subía en el asiento de atrás, solo para mirarlo y dejarle en claro que no la mirara, me encontraba agradeciendo mentalmente que todavía tuviera la boca inflamada y las mejillas sonrosadas, me gustaba verla así, bien follada.
Por mí.
Tal vez eso le dejaría en claro al imbécil de mi empleado que no podía mirarla.
Joder.
— Mejor presta atención a la ruta Rubén —hable bajo pero amenazante.
Me estaba comportando de manera absurda, sabía que en algún momento este mome
